J. L. LORENTE

MADRID. Tenso debate el que mantuvieron ayer populares y socialistas en el Congreso de los Diputados a cuenta de la política del Gobierno en materia de inmigración. El PP y el PSOE se enzarzaron en un duro rifirrafe en el que la diputada del PP Mercedes Roldós terminó achacando las numerosas muertes de ilegales a la «gestión irresponsable» del Gabinete socialista.

El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, acudió a la Cámara Baja para explicar los hechos acontecidos el pasado día 3 en la frontera de Melilla, en los que tres inmigrantes resultaron muertos, uno de ellos en el lado español de la verja y los otros dos en el marroquí. El objetivo de Camacho fue desvincular por completo a la Benemérita de las heridas recibidas por los inmigrantes.

«La Guardia Civil, en ningún caso, efectuó los disparos», dijo Camacho tras subrayar que el material antidisturbios empleado aquel día por algunos agentes del dispositivo español tampoco causó heridas «considerables» a los indocumentados. El «número dos» de Interior se apoyó, entre otros, en el testimonio del subsahariano ingresado aún en Melilla, quien dijo que los disparos procedieron de territorio marroquí.

Los argumentos del alto cargo socialista no convencieron al PP. Los populares no quieren descalificar en ningún caso la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado y centran su estrategia en criticar la gestión del Gobierno. Es por eso que volverán a solicitar – «una vez más y de manera urgente» – la comparecencia del Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La mayor crisis humanitaria

Durante el debate, Mercedes Roldós mostró la «insatisfacción» que había producido en su grupo las explicaciones de Camacho. «Lo que califica el Gobierno como hechos aislados son hechos repetidos», aseguró la diputada, que además calificó la situación actual como «la mayor crisis humanitaria de la historia que se está padeciendo en Canarias y en las aguas del Atlántico». En un momento de su intervención, Roldós preguntó al secretario de Estado «cuántos muertos más necesita este Gobierno para actuar con responsabilidad, con seriedad en materia de inmigración».

Camacho replicó que «desde la ONU a la Organización Mundial del Trabajo» se ha alabado el proceso extraordinario de regularización y que el único que lo ha criticado ha sido «un ministro del Interior que cada vez que viene a España cena con el ex presidente» del Gobierno, en referencia a Nicolas Sarkozy y Jose María Aznar.
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