Arrasate

Al rico menú en la Escuela de Hostelería

El menú del día regresa al comedor de la academia Bastida desde el lunes de la mano de la veintena de alumnos del curso básico

Diario Vasco, Kepa Oliden KEPA OLIDEN Arrasate., 03-02-2023

Dina, Daniel, Liviu, Mayup, Fátima y Lara vienen de Perú, Venezuela, Rumanía, Sahara y Marruecos y Azpeitia, y forman parte del equipo del curso de ‘ayudante de cocina’ que a partir de lunes se encargará de elaborar el menú del día que ofrecerá la Escuela de Hostelería de la academia Bastida.

La veintena de alumnos que cursan esta formación subvencionada por Lanbide estrenarán la nueva temporada del comedor del Sartei –nombre del local hostelero donde realizan las prácticas culinarias– con una interesante propuesta: de primero, patatas con calamares o crema de calabaza con virutas de jamón o ensalada de pasta con salsa rosa; de segundo, albóndigas en salsa o pechuga de pollo a la naranja o bacalao a la vizcaína.

Se trata de recetas «sencillas» al alcance de los alumnos de este curso básico de 35 horas que imparte el cocinero baracaldés Roberto. Los menús que saldrán de la cocina del Sartei darán para no más de 20-25 comensales por turno (13.15 y 14.15) y costarán 14 euros, vino y café incluido. Por eso, se recomienda reservar (681 924934).

Estos alumnos del curso de ‘ayudante de cocina’ se encargarán de preparar el menú de día durante las próximas 8-10 semanas. A estos se relevará el siguiente curso idéntico, también gratuito, que se prolongará de abril a julio. A su término se cerrará el comedor hasta octubre, cuando Roberto comenzará a impartir «un curso superior de cocina completo de 500 horas».

Con las prácticas de los alumnos de esta formación de avanzada, el menú del día regresará al Sartei, y promete ser de un nivel culinario incluso superior, adelanta Roberto.

Certificado
Precisamente cursar esa formación superior de cocina y obtener la titulación correspondiente, será el siguiente paso de varios alumnos del curso básico de ‘ayudante de cocina’. El venezolano Daniel se ha propuesto el objetivo de obtener esa certificación para labrarse un futuro profesional en la hostelería. Experiencia no le falta. «He trabajado muchos años en restaurantes en mi país y también en Suecia».

Al igual que él, prácticamente todos sus compañeros de curso tiene mayores o menores conocimientos de cocina. La peruana Dina trabajó durante un tiempo en un asador de Madrid como ayudante de cocina, y la marroquí Fátima realizó las prácticas de un cursillo anterior en el restaurante Uxarte de Udala.

A otros la vida misma es la que les ha llevado a aprender a manejarse en la cocina, como al saharaui Mayup, que a los once años abandonó su hogar en un campamento de refugiados para ir a estudiar a Cuba, y ahora vive aquí desde 2008.

La azpeitiarra Lara ha ‘aterrizado’ en el curso de la Escuela de Hostelería de Bastida para satisfacer una antigua vocación. «Siempre me ha interesado la cocina y siempre he querido aprender. Vengo a probar si me gusta el oficio», explicaba esta joven graduada en Educación Social. Lara ha trabajado en su campo profesional, pero ahora su interés pasa por adquirir una formación culinaria sólida, cursando una enseñanza de nivel superior «en las escuelas de hostelería de Argiñano en Zarautz o en la de Donostia» baraja.

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