Sánchez da por blindada la soberanía de Ceuta y Melilla con la cesión sobre el Sáhara

El presidente sostiene que hay un compromiso de no «ofender» a la otra parte con esas cuestiones pero regresa de Rabat sin    la apertura de aduanas

Diario Vasco, PAULA DE LAS HERAS Enviada especial. Rabat, 03-02-2023

Pedro Sánchez regresó este jueves de Rabat sin una fecha clara para la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla. El asunto tiene más relevancia que la meramente económica. El hecho de que Marruecos accediera a su puesta en marcha el pasado 7 de abril, en la primera visita del presidente del Gobierno a Mohamed VI después de haber abandonado la tradicional neutralidad española respecto al Sáhara Occidental, fue celebrado por el Ejecutivo como un hito; el reconocimiento implícito de la españolidad de las dos ciudades autónomas por parte del reino alaui y una prueba de que el contestado viraje diplomático no había sido en balde. Sánchez insistió este jueves en esa idea de fondo. Pero habrá que seguir esperando para que el compromiso plasmado en el papel se haga realidad.

La declaración conjunta suscrita por ambos países al término de la primera Reunión de Alto Nivel desde 2015 reitera la intención de alcanzar la «plena normalización de la circulación de personas y mercancías de manera ordenada», pero no establece fecha concreta para su consecución. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, llegó a anunciar a finales de diciembre que la apertura de las aduanas (que en el caso de Melilla llevan cinco años cerradas y en el de Ceuta serían de nueva creación) se produciría antes de una cumbre cuyo «carácter excepcional» insiste en remarcar el Gobierno. Finalmente lo que hubo el pasado 27 de enero, sin embargo, fue solo una prueba piloto. Y el texto firmado este jueves    se limita a recoger que «continuarán esta serie de pruebas, según el calendario acordado para superar cualquier posible eventualidad».

En el Ejecutivo –donde ya tuvieron que lidiar la víspera con las críticas por el hecho de que Mohamed VI, fuera del país, no haya tenido en esta ocasión el gesto de recibir a Sánchez–defienden aun así que no hay razones para sentirse decepcionados sino todo lo contrario. Alegan que la declaración no habla de fechas por razones de seguridad y que en lo que se está trabajando es en una    «apertura gradual y ordenada».

Fuentes gubernamentales admiten, por otro lado, que quizá la implementación de algunos de los acuerdos alcanzados hace diez meses no esté yendo todo lo rápido que desearían pero lo relativizan. «Hay que mirar por el retrovisor y ver de dónde venimos esgrimen. Hace un año atravesábamos una crisis profunda y ahora estamos avanzando para alcanzar el encaje definitivo en nuestras relaciones».

Sánchez, sometido incluso a la presión de sus socios de coalición, enormemente críticos con su posición sobre el Sáhara, trató este jueves de poner en valor esos avances. Y ante el jefe del Gobierno marroquí, Aziz Aljanuch, apeló al cambio sustancial que se ha producido en la manera de relacionarse de ambos países.

Más «diálogo»
Por un lado, aseguró que existe un compromiso de abordar cualquier conflicto por la vía del «diálogo»y no mediante la política de «hechos consumados», tan habituales por parte de Marruecos. En el recuerdo más reciente está la entrada de 6.000 inmigrantes ilegales en Ceuta bajo la mirada impasible de la gendarmería marroqui, en mayo de 2021, después de que España acogiera en secreto al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, enfermo de Covid, en un hospital de Logroño. Ahora el Ejecutivo remarca una y otra vez que la llegada de inmigrantes irregulares por la ruta del Mediterráneo Occidental se ha reduido un 25,6% en el último año.

Pero el presidente del Gobierno habló, además, de integridad territorial.    «Hemos asumido un compromiso por el que en nuestro discurso y en nuestra práctica política vamos a evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente –remarcó –, en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía». Eso implicaría la renuncia de Marruecos a actuaciones que cuestionen de facto la españolidad de Ceuta y Melilla en contrapartida por el giro sobre el Sáhara. Aunque Ajanuch, no hizo ninguna alusión al asunto en sus intervenciones durante la RAN y tampoco la hay en la declaración conjunta.

Lo que sí hizo el jefe del Gobierno marroquí fue echar un capote a Sánchez para minimizar la ausencia del rey. En varias ocasiones repitió que Mohamed VIha estado haciendo un seguimiento de la RAN y que ha solicitado a sus ministro «planes de acción concretos que se conocerán próximamente». El Ejecutivo aspira fundamentalmente a lograr que las empresas españolas participen en los proyectos de modernización en sectores como el energético, el del agua o el turismo a los que Marruecos va a destinar 45.000 millones hasta 2050.

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Elías Bendodo. / EP

El PP culpa a Sánchez de «hacer el ridículo» tras el plantón de Mohammed VI
Por M. E. A. En la dirección nacional del PP creen que la gira del presidente del Gobierno por Marruecos ha servido para dar «la medida de su peso pluma a nivel internacional». Una cumbre bilateral plagada de ausencias, sin el rey Mohammed VI y los ministros de Podemos que no ha hecho más que dar, lamentan,»una imagen de debilidad». «Es difícil hacer más el ridículo», afirmó este jueves el coordinador general, Elías Bendodo, durante la presentación del lema de precampaña «España entre todos». Los populares lamentan el «rídiculo» hecho por Pedro Sánchez en Rabat después de que lo «plantase» la mitad de su Gobierno y el rey alauí «lo despachase por teléfono» desde Gabón emplazándolo a una reunión en el futuro. Aún así, Bendodo aseguró que en el PP «no se alegran» de lo ocurrido porque cuando un Gobierno va a otro país a los españoles les interesa que «queden bien».

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