Entre el 40% y el 50% de las interrupciones voluntarias del embarazo que se practican en España corresponden a mujeres extranjeras (básicamente, inmigrantes), entre las que destacan las menores de 25 años, según explicó ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado.
Durante el 2004, se registraron 84.985 abortos, lo que sitúa la tasa de interrupciones del embarazo en 8,94 por mil mujeres, una de las “más bajas” de la UE. Si solo se cuentan las españolas, la tasa se reduce a 6 por mil mujeres. Sin embargo, la tasa de extranjeras asciende a 25 o 30 por mil. La ministra relacionó estos datos con la mayor tasa de fertilidad de las inmigrantes. Además, añadió que, por razones culturales, entre otros motivos, ellas tienen más dificultades que las nacidas en España para tener acceso a los métodos anticonceptivos.

EL DOBLE EN 10 AÑOS
Salgado aseguró que la mayor incidencia entre las extranjeras, así como la mejora en la notificación de los casos son las dos razones que explican el aumento de este tipo de intervenciones, que en el 2004 se incrementaron un 6,5% respecto al 2003 y que se han duplicado en 10 años.
La ministra recordó que en España – – donde detener una gestación está despenalizado desde el 1985 – – solo el 13,6% de las interrupciones voluntarias del embarazo se realizan en hospitales públicos. En las clínicas privadas, la intervención no siempre es gratuita debido a la falta de acuerdos con la sanidad pública. La mayoría de mujeres que decide no seguir con su embarazo tienen entre 20 y 24 años, seguidas de cerca por las de 25 a 29.
El estudio llevado a cabo por Sanidad revela que los jóvenes no banalizan ni el aborto ni los anticonceptivos. Respecto al primero, lo ven como “una decisión personal, un último recurso lejos de connotaciones con carga moral”. Sin embargo, son conscientes de que genera “culpabilidad y dolor personal”.
El estudio de Sanidad también destaca que, desde 1991, está aumentando la proporción de mujeres solteras que recurren al aborto. Además, desde el 2001, también hay más mujeres con un nivel educativo más bajo que interrumpen voluntariamente su gestación.
Salgado reiteró que en el 2005, se despacharon medio millón de píldoras del día siguiente, un medicamento que se toma dentro de las 72 horas posteriores al coito y que impide la fecundación. El 60% de las usuarias de este cóctel de hormonas, para el que es imprescindible receta, tienen menos de 30 años.