El primer «Museo sin Hogar del mundo»
La muestra itinerante, que se estrenó hace unos meses en Burgos y recala ahora en Valladolid, está realizada por 120 personas vinculadas a Cáritas, una cincuentena de ellas 'sintecho'
ABC, , 30-01-2023Onassis Arieti Medrano y Navalbino Francisco Gallego son una pareja con un pie en la calle y otro «reinsertado» en sociedad. Usuarios de Cáritas, son dos de las 120 personas (50 de ellas, sintecho) que han participado en la elaboración de la muestra que impulsa la ONG gracias al empuje de sus delegaciones diocesanas de Burgos, Salamanca y Valladolid. El pasado lunes aterrizó en la capital vallisoletana como el «primer Museo Sin Hogar del Mundo», en palabras del educador de Cáritas Alberto Díez. En la exposición, que estará hasta el 19 de marzo en el claustro de los Agustinos Filipinos, cartones y bancos con piel de Guernica, esculturas de móviles sin cobertura o maniquíes expresan los miedos y obstáculos que tiene que superar alguien que «toca fondo» y acaba por vivir en la calle.
«Hay mucha gente que pasa a tu lado y ni siquiera te ve, te lo digo yo, que he ‘chupado’ mucha calle», asegura Onassis. Su novio es algo más optimista que ella, pero cree que sólo «en torno a un 30% se interesa por cómo estás, por tu historia». La pareja habla de que en su caso «uno tira del otro», pero salir de una situación así no es sencillo.
A dormir a la intemperie no lleva un solo camino. La exposición recoge factores como el alcohol, el juego, las familias rotas y ruptura de otras conexiones sociales. «Cuando los repasamos para ver qué tenía que reflejarse aquí, muchos mencionaron también sus propias malas decisiones», añadió el educador de Cáritas durante la visita inaugural. No obstante, una vez que se ha perdido todo, los ‘sintecho’ sufren el látigo de los prejuicios (como el de ser ‘vago’) y de la indiferencia. Les margina una sociedad digitalizada y excluyente ya que, sin Internet, no pueden completar gestiones básicas o acudir a citas médicas, algo que reflejan montajes y elementos interactivos. El objetivo no es sólo emocionar, sino sensibilizar. «A mí me ha permitido aparcar las prisas y detenerme en la importancia de las personas», valora Noemí González, una voluntaria de Cáritas.
Derechos ‘sin cobertura’
Para ello, y después de seis meses de trabajo, el museo exhibe 23 piezas. ‘Sus derechos están apagados o fuera de cobertura’, se desentiende un gigantesco móvil, poco más allá de un maniquí que sale de un cubo de basura, una inalcanzable cama con el artículo constitucional 47 grabado, el de la vivienda digna, el camastro de un calabozo o la litera de un albergue, con una angustiosa cuenta atrás de los días que se puede descansar allí. Los carteles invitan a la reflexión a cada paso.
«Con el montaje de los maniquíes he recordado muchas situaciones», reconoció en la presentación vallisoletana Víctor Rollón. Emocionado y agradecido, este participante concedió que el museo tocó de cerca a más de uno en el equipo, por forzarles a revivir pasados y presentes. «Esperamos que con esta muestra los visitantes vean mejor nuestra situación», confió.
El proyecto se inauguró en la Catedral de Burgos, donde «ha tenido el ‘tirón’ de la Navidad», analiza Díez, que espera que en Valladolid tenga buena aceptación. Desde Cáritas creen que «sorprende» y adelantan que ya han acordado que la exposición seguirá ruta hacia Salamanca y León. También han recibido peticiones para que visite Badajoz o San Sebastián. En el claustro que por ahora le sirve de ‘refugio’, es posible concertar visitas guiadas y puede visitarse de 10 a 13 horas y de 16 a 19h, salvo los domingos (de 10 a 14 horas).
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