Solo faltaba el fanatismo

Diario de Noticias, MADRILGO GORTETIK JUAN MARI GASTACA, 30-01-2023

SOLO faltaba un salafista yihadista zumbado en la excéntrica política española. Revive Abascal. Tropieza Feijóo. Enmudece la sensatez. El asesinato –que no el simple fallecimiento– de un sacristán en Algeciras retuerce fácilmente las entrañas xenófobas del discurso ultraderechista. Ese odio creciente que cuaja en la calle mucho más de lo que desearía un amante de la libertad compartida. Ha ocurrido en Andalucía, tierra abonada fatídicamente para este repudio a la inmigración, en especial magrebí. Además, quizá por azar del triste destino, en vísperas de la expectante cumbre hispano-marroquí del 1 de febrero. Una cita que llega sin conocerse todavía las auténticas razones de aquella polémica ciaboga de Pedro Sánchez y que desairó al Sahara Occidental mientras se entremezclaban los ecos maliciosos de los innumerables móviles pinchados del Pegasus.

Ríos de tinta, horas de tertulias interminables, atropellados tuits racistas, imágenes impactantes. Estado de conmoción, perplejidad. Las lógicas dosis de temor. La gasolina suficiente para prender la mecha. Vox chapoteando en su salsa excluyente. Una diáfana ocasión para que el PP marcara distancias como partido de Estado contribuyendo a la serenidad. En cambio, va y resbala. Su presidente se trastabilló en sus declaraciones tan desafortunadas, otra vez sin papeles delante. Tropiezos que dejan huella porque cuesta mucho borrarlos y la competencia no acostumbra jamás a soltar el hueso cuando muerde carne.

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