La presidenta del Parlamento de Cataluña, Alba Vergés (ERC), que suple a la suspendida Laura Borràs (Junts) al frente de la Cámara autonómica, ha retirado la palabra en dos ocasiones a Ignacio Garriga (Vox), hoy, durante la sesión de control al presidente de la Generalitat, por criticar que desde el Govern se destinen 19 millones de euros a la contratación de inmigrantes irregulares. Según Vergés, las palabras del líder de Vox vinculan «inmigración con delincuencia» y fomentan el «discurso del odio». Para Garriga, Vergés «no se ha enterado» ni de lo que había dicho.

Durante el turno de preguntas a Pere Aragonès, en la sesión parlamentaria de este miércoles, Garriga ha centrado su cuestión al presidente de la Generalitat en los servicios públicos y, especialmente, al anuncio de destinar 19 millones de euros, a través de la Consejería de Empresa y Trabajo, para que las administraciones públicas puedan contratar a personas inmigrantes en situación irregular con arraigo. Una iniciativa del Govern que no es nueva de este año, pero que no es compartida por Vox.

Así, Garriga ha planteado su crítica en estos términos: «Ante los más de 340.000 parados de Cataluña, la semana pasada anuncian que van a destinar 19 millones de euros para contratar a 630 inmigrantes ilegales que residen en Cataluña. Un auténtico despropósito desde el punto de vista jurídico, económico y social. Unas medidas que legitiman el delito, disparan el efecto llamada y utilizan de forma irregular el dinero que han contribuido todos los catalanes…». En este punto, Vergés le ha quitado la palabra, le ha cerrado el mico y le ha advertido de que había vinculado «inmigración con delincuencia».

Tras este primer aviso, Garriga le ha reprochado a la presidenta de la Cámara que «no se ha enterado» de lo que ha dicho, ha negado que hubiera vinculado «nada», no ha retirado las palabras y le ha pedido que le deje continuar. Así, ha recordado la cifra de los 19 millones de euros y ha insistido en que, desde su punto de vista, esta medida «legitima el delito». Momento en el que Vergés, por segunda vez, le ha quitado la palabra y cortado el micro. «Exacto, lo está volviendo a decir. Continúe. Usted no lo retira. Nos ha quedado claro», ha añadido la presidenta.

Visiblemente molesto, Garriga ha tomado la palabra por tercera vez y por tercera vez ha dicho que la decisión del Govern «legitima el delito» y «dispara el efecto llamada». El líder de Vox en Cataluña y secretario general del partido a nivel nacional ha seguido su intervención y, seguidamente, ha sido Aragonès el que ha dado respuesta a sus palabras defendiendo las políticas que lleva a cabo el Govern sobre la materia de inmigración, entre ellas la de destinar dinero para la cohesión social enfocada al trabajo.

No es la primera vez que desde la Presidencia del Parlamento autonómico se trata de impedir que Garriga o un diputado de Vox enarbole un discurso o pregunta, siempre bajo la premisa de que fomenta el discurso del odio. Una práctica que los representantes de este partido han denunciado en diversas ocasiones. En esta línea, Vox ha acudido a los tribunales para que la Mesa, con la ayuda del PSC, deje de bloquear sus iniciativas parlamentarias como consecuencia del ‘cordón sanitario’ ejercido por los socialistas, los independentistas y los comunes, que también incluye, entre otras decisiones, desplazar sus despachos al altillo del Palacio parlamentario e impedir que tengan representación en el órgano rector.