La de este martes era la primera reunión del Consejo de Gobierno después de los reproches e insultos cruzados a raíz del polémico proyecto para construir un macrocentro de refugiados en Vitoria. La bola había crecido tanto en los últimos días, que el Ejecutivo vasco se ha visto obligado a dedicar «unos minutos» de su reunión semanal para limar asperezas. «La posición común es nuestra voluntad de no suscitar ninguna polémica pública en torno a esa cuestión», ha anunciado este martes el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

En la práctica, supone firmar una tregua después de que la coalición haya vivido momentos de tensión inéditos en las cinco legislaturas en las que han gobierno de manera conjunta. La guerra estalló la semana pasada después de que el Gobierno central anunciara su intención de reconvertir una antigua clínica de Vitoria en un macrocentro de acogida con capacidad para 350 refugiados. A la consejera vasca de Justicia y Políticas Sociales no le gustó el proyecto. Entendía que iba en contra del «modelo de acogida propio» que propone su departamento y que solo lograría «guetizar» a los refugiados.

Eneko Andueza, secretario general del PSE, calificó de «xenófobas» sus palabras. Acusó además al PNV de tener un discurso «electoralista» por polemizar acerca de un proyecto que, según la versión del socialista, conocía meses atrás. Tras esos descalificativos, el lehendakari, Iñigo Urkullu, terminó por intervenir en la polémica. En un acto organizado por el Grupo Noticias aseguró sentirse «dolido» por las palabras del socialista y le acusó de fomentar la «crispación política».

Con este panorama, la reunión de este martes ha servido para limar asperezas entre los consejeros socialistas y los del ala nacionalista. «Todos los que formamos el Gobierno tenemos la firme intención de no alimentar más polémicas», ha insistido Zupiria.

El portavoz del Ejecutivo ha reiterado, además, que la voluntad de «todos los consejeros» sigue siendo firme con un programa de Gobierno «que nos vincula a todos». Ha recordado que las cuestiones relacionadas con las políticas migratorias se recogen en el punto 12 del acuerdo y que en él se comprometen a crear un «modelo vasco de acogida». Ha asegurado además, que el Gobierno autonómico se «compromete» a buscar un acuerdo con el gobierno central porque aunque las migración sigue siendo competencia estatal, «muchas de las políticas que derivan de ellas» se abordan a través de las instituciones vascas.