Después de una semana repleta de reproches, con dardos dialécticos nunca antes visto entre PNV y PSE, los socios del Gobierno Vasco han sacado este martes la bandera blanca para dar por finiquitada la polémica surgida entorno al centro de acogida internacional para personas refugiadas que quiere impulsar en Vitoria el Ejecutivo central. En el seno del Consejo de Gobierno, todos los integrantes del Ejecutivo han mostrado su voluntad de «no suscitar ninguna polémica pública» respecto a este proyecto. Una tregua que llega tan solo un día después de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, reconociese sentirse «dolido» por las críticas que vertió Eneko Andueza, líder de los socialistas vascos, que la semana pasada tachó de «xenófoba» y cercana a la «extrema derecha» la postura adoptada por el PNV y el ala jeltzale del Gobierno Vasco por oponerse de manera firme al centro porque, dicen, puede llevar a la «guetización» de las personas que recalan en Euskadi huyendo de la guerra.

Esta polémica, que ha supuesto un choque de trenes desconocido hasta la fecha entre los socios del Ejecutivo, ha sido objeto de conversación en el Consejo de Gobierno, según ha desvelado en rueda de prensa Bingen Zupiria. El portavoz del Gobierno Vasco ha afirmado que el lehendakari, así como todos los consejeros que integran el Ejecutivo autonómico, tanto los del PNV como los del PSE, comparten la voluntad de no contribuir a la «polémica» en torno al centro de acogida de refugiados; un asunto en el que, según ha recalcado Zupiria, es necesario incrementar el «diálogo» existente entre Vitoria y el Gobierno central.

Zupiria no ha podido esquivar las preguntas respecto a las notorias diferencias surgidas entre el PNV y el PSE en torno a este centro de 350 plazas proyectado por el Gobierno central, al que la formación jeltzale ha expresado su rechazo al ser partidaria de centros de una menor dimensión y repartidos en distintos puntos.

Según ha afirmado Zupiria, la «posición común» de todos los consejeros que integran el Ejecutivo de coalición es la existencia de una «voluntad» de «no suscitar ninguna polémica pública» en torno a este asunto. En este sentido, ha recordado que el acuerdo de gobierno alcanzado entre el PNV y el PSE recoge un apartado dedicado al tema de la migración, y que lo contemplado en torno a este tema en el pacto de gobierno «compromete y une» a todos los integrantes del Ejecutivo.

«Todos somos conscientes de las tensiones que los diferentes procesos migratorios en toda Europa provocan en nuestras sociedades», ha afirmado, tras lo que ha recordado la llegada de solicitantes de asilo que se ha producido en las últimas décadas como consecuencia de conflictos como los de los Balcanes, Afganistán o Ucrania, así como a la llegada de migrantes, incluidos menores de edad no acompañados, por causas económicas.

«Buscar el acuerdo»
Zupiria ha destacado que las instituciones de Euskadi están comprometidas con el diseño de un «modelo vasco de acogida y atención» a estas personas. En este sentido, ha asegurado que es necesario «buscar el acuerdo» con el Gobierno central en diferentes aspectos, desde la acogida hasta la inserción laboral de las personas que llegan a Euskadi.

El portavoz del Gobierno Vasco ha afirmado que «más allá de la polémica» suscitada en torno a la «ubicación» del centro de acogida proyectado por el Ejecutivo central, lo cierto es que pese a que «gran parte» de las cuestiones relacionadas con la migración son de competencia estatal, «muchas» de las políticas que se derivan de los procesos migratorios corresponden al Gobierno autonómico como las relacionadas con la sanidad o la educación o a las diputaciones forales, en el caso de la atención a menores de edad. Todo esto, ha añadido, «exige un diálogo permanente entre instituciones mayor que en el que en estos momentos se está dando».