El cruce de reproches entre Urkullu y el PSE eleva más la tensión entre los socios

El lehendakari se muestra «dolido» por la acusación de «xenofobia» de Andueza y los socialistas le recriminan «ocultar hechos probados»

Diario Vasco, AINHOA MUÑOZ, 24-01-2023

Parecía que las aguas bajaban algo menos revueltas entre el PNV y el PSE. Pero este lunes el choque de trenes entre los dos socios del Gobierno se ha intensificado y ha subido un grado más la tensión, con un nuevo cruce de reproches y acusaciones sobre quién tiene la responsabilidad de agitar la crispación después de que la semana pasada estallara una tormenta inédita entre jeltzales y socialistas a cuenta de la apertura en Vitoria de un centro de acogida internacional para personas refugiadas impulsado desde el Ejecutivo central.

Esta vez, ha sido el lehendakari quien ha roto su silencio y ha tomado cartas en el asunto, lo que ha despertado después las críticas de los socialistas, con quienes Iñigo Urkullu comparte un Gobierno de coalición que, según se apresuran a defender ambas partes, no corre peligro a pesar del tono de alto voltaje político empleado por unos y otros.

Urkullu ha reconocido sentirse «dolido» por las críticas que vertió Eneko Andueza, líder de los socialistas vascos, que la semana pasada tachó de «xenófoba» y cercana a la «extrema derecha» la postura adoptada por el PNV y el ala jeltzale del Gobierno Vasco por oponerse de manera firme igual que los partidos de la oposición e incluso entidades sociales relacionadas con la acogida de refugiados al proyecto impulsado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Un «macrocentro» término empleado por el PNV y rechazado por el PSE que puede llevar a la «guetización» de las personas que recalan en Euskadi huyendo de la guerra, según el departamento que lidera Beatriz Artolazabal.

LAS FRASES
Iñigo Urkullu «Hay que huir de polémicas y no alimentar crispaciones absolutamente innecesarias»

PSE «Discrepar en política y sobre la acción institucional constituye un ejercicio democrático, también entre los socios»

Urkullu, a este respecto, ha asegurado este lunes que «hay cosas que duelen por injustas», en alusión a las palabras empleadas por Andueza, y ha afirmado que prefiere «huir de polémicas» para rebajar la tensión y no incendiar aún más los ánimos. Aunque sí ha mostrado su «preocupación por la crispación política y la crispación social». De ahí que haya incidido en «la responsabilidad que a cada uno nos corresponda en cuanto a alimentar crispaciones absolutamente innecesarias». «No es un ejercicio de buenismo, es un ejercicio de responsabilidad política, social», ha manifestado.

«¿Cómo se puede decir algo así con respecto a un PNV en el que militaba el lehendakari José Antonio Agirre, que tuvo que salir al exilio con todo su gobierno, como miles de personas y no solamente del PNV, también del PSE, republicanos, comunistas?», ha cuestionado el lehendakari, que ha emplazado a sus socios a leer bien el programa de Gobierno acordado entre el PNV y el PSE, y que recoge un plan de migración aprobado. Además, ha apuntado que su Gobierno rechazó hasta en dos ocasiones (en 2019 y 2023) el proyecto de Vitoria al entender que no encaja con el modelo vasco de acogida, que pone el acento en el trato «individualizado» de los refugiados.

La réplica
A tenor de la réplica, las palabras de Urkullu no han sentado nada bien entre los socialistas vascos, que no han tardado en emitir un comunicado para responder punto por punto la intervención del lehendakari. «Discrepar en política y sobre la acción institucional constituye un ejercicio democrático, también entre los socios de Gobierno cuando las diferencias son palpables», se ha defendido el PSE, que ha recordado todas y cada una de las intervenciones públicas que han realizado a este respecto en los últimos días dirigentes del PNV. «¿Cabe entender que lo han hecho con ánimo de polemizar o de aumentar la crispación?», se han preguntado en el PSE.

Los socialistas vascos, además, han argumentado que «menos democrático que discrepar es ocultar algunos hechos probados, demostrables y reconocidos». Se refirieron, según han apuntado, «a las reuniones mantenidas entre las dos administraciones para trasladar la información sobre este proyecto un tema que niegan desde el departamento de Artolazabal, por ejemplo o negar la necesidad de plazas en Euskadi para la atención de los refugiados, el hecho incontestable de que la competencia en esta materia corresponde al Gobierno de España o que éste es un proyecto impulsado y financiado con fondos europeos».

Igualmente, el PSE ha insistido en recriminar a los jeltzales el uso de términos como ‘guetización’ o «las referencias a un hipotético conflicto social». «No podemos ni debemos alimentar sentimientos irracionales de rechazo a las personas refugiadas» y afirmar esto, han apuntado, «no contribuye a la crispación; si no que se trata de una llamada a la responsabilidad».

Por último, el partido liderado en Euskadi por Andueza ha recordado que «sobre el exilio y la persecución ideológica, el Partido Socialista tiene una experiencia que es sobradamente conocida, con múltiples caras, de la que sabe la sociedad vasca, una historia compartida, en ocasiones, con el nacionalismo vasco». «Por esa razón han zanjado, apelamos a la respuesta solidaria, a nuestra obligación de enfrentarnos a las injusticias que, como la guerra en Ucrania, se nos muestran todos los días con crudeza en las personas que llaman a nuestra puerta».

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