Denis Itxaso: «El centro de refugiados de Vitoria ha venido precedido del diálogo con las instituciones vascas»
La decisión del Gobierno central ha desatado una tormenta política entre el Ejecutivo de Sánchez y el PNV
El Correo, , 23-01-2023El delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, lo ha dejado claro: «El centro de acogida para refugiados llega precedido de un diálogo con las administraciones vascas al más alto nivel». Y lo ha dicho en Vitoria, donde el Gobierno central tiene previsto construir en la antigua clínica Arana un espacio con capacidad para 350 personas. La decisión ha desatado una tormenta política entre el Ejecutivo de Sánchez y el PNV.
Lejos de apaciguar los ánimos, Itxaso ha sido rotundo en sus palabras. «No comprendo la posición de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, cuando en octubre el ministro Escrivá se reunió con el lehendakari para hablar de este proyecto y no se expresó ningún rechazo». En una extensa comparecencia ante los medios de comunicación, el delegado del Gobierno ha recordado que «también a nivel municipal estaban informados» y que el propio Ejecutivo vasco pidió «hace cuatro años ese mismo espacio para habilitarlo como centro de acogida en aquella crisis migratoria que se produjo como consecuencia de la llegada masiva de pateras a la Península». «El 27 de junio de 2018, Jonan Fernández, entonces secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, le pidió a mi predecesor, Jesús Loza, a ver si podían usar el recinto y se programó y realizó una visita a la que asistió Mónica Hernando, Directora de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad», concretó.
Sin dudar de que la infraestructura se va desarrollar, el socialista ha explicado que se materializará con fondos Next Generation y la ha enmarcado dentro del «modelo europeo de acogida solidaria e integradora de refugiados». Ha detallado que en las nuevas instalaciones se acogerá a personas que piden asilo y que «las 350 plazas de las que dispondrá no tienen porqué estar siempre llenas».
El espacio, cuyas obras está previsto iniciar en julio y tendrán una duración de 16 meses, «está pensado para dar atención a familias, cuidadas por profesionales capacitados, y con instalaciones para formación, deportivas y de alojamiento dotadas con todos los servicios de los recursos del Sistema de Acogida: asesoramiento jurídico, atención psicológica, orientación y formación para el empleo, etc». Cuando esté en servicio, Arana formará parte de una red de centros similares que estarán distribuidos por distintos puntos del territorio nacional: 7 centros de primeras llegadas (Canarias) y 10 en la península. De estos últimos, 8 son como el de Vitoria y 2 será para primeras llegadas. Todos «tienen como principio de actuación fomentar el proceso de integración gradual y autonomía de los beneficiarios, mediante el diseño de un itinerario individualizado y promoviendo la participación de las personas destinatarias en su elaboración».
Itxaso ha lamentado el lenguaje que han venido utilizando los últimos días diferentes dirigentes institucionales para referirse al proyecto y ha abogado por «retomar la cooperación y la comunicación que han dado muy buenos resultados en una materia especialmente sensible y de interés humanitario». Según el delegado, términos empleados para referirse al proyecto como ‘macrocentro’, ‘guetización’ o ‘repositorio de personas’ pueden «deteriorar la convivencia y no responden a la realidad del sistema de acogida».
«El concepto de guetización contrasta con un centro abierto, de estancia temporal, con un máximo de 350 personas en una ciudad de 250.000 habitantes. La palabra gueto nos remite a las peores sombras de Europa», ha dicho muy molesto. Y ha ido más allá al calificar de «inapropiado y tendencioso» utiliar esos términos que solo contribuyen a «estigmatizae a una población muy vulnerable a posible mensajes de xenofobia».
Para despejar cualquier duda, ha dejado claro el perfil de los futuros beneficiarios de las instalaciones de la clínica Arana. «Serán solicitantes de asilo, es decir, personas que por razones bélicas, económicas o climáticas huyen de sus países de origen porque temen por su vida. Lo diré más claro: No estamos hablando de migrantes, que cualquiera diría que eso es también un estigma, pero no estamos hablando de eso», ha zanjado.
El delegado del Gobierno no ha querido entrar a relacionar la polémica desatada con el debate preelectoral ni con el proceso de la trasferencias en materia de Inmigración, en plena negociación porque «como he dicho la competencia es estatal y el modelo es europeo». También ha pedido que no se salten «las líneas de consenso que han primado hasta ahora». En todo caso, y visiblemente molesto por la postura del PNV, ha recordado que «no podemos seguir tirando de albergues, hoteles y naves industriales, como se hace en el actual modelo vasco de acogida».
Institucionalmente, el PNV lo ha llevado a Congreso y Senado, donde ha registrado una batería de preguntas para que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones dé explicaciones sobre el tema, que según la formación vasca ha sido planificada de manera «unilateral». Además, Beatriz Artolazabal ha anunciado que ha enviado un escrito al Ministerio para pedir explicaciones. «Recibirá cumplida respuesta», dijo Denis Itxaso.
Desde que se hiciera pública la licitación de las obras de la clínica Arana, tanto el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, como la consejera del ramo se han mostrado muy críticos con el proyecto. Este miércoles, ambos insistieron en su rechazo a las nuevas instalaciones con el argumento de que pueden propiciar la «guetización» de los solicitantes de asilo y apostaron por centros «más redimensionados, más individualizados, con un proyecto más cercano a la comunidad y a la realidad vasca». En palabras de Urtaran, una infraestructura como la proyectada en Vitoria se asemeja más a un «repositorio» y no favorece el «objetivo último» de «integrar» a los refugiados.
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