La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que uno de los objetivos del Plan África, que presentó ayer, es controlar los «flujos de emigrantes ilegales que llegan a nuestras costas». De la Vega hizo un llamamiento a los países de la UE para fomentar «políticas a favor del desarrollo» de África pues el futuro de España y de Europa depende de su estabilidad política y social.

De la Vega señaló que la intención del Gobierno era que los inmigrantes «vengan de forma legal y ordenada y que tengan aquí todos los derechos». Para conseguirlo enunció una serie de políticas del Ejecutivo en distintos ámbitos: en el plano interior, «reforzar nuestras fronteras»; en el bilateral, ampliar los acuerdos de «cooperación migratoria y readmisión»; y en el plano multilateral, promover iniciativas como «la Conferencia sobre Inmigración y Desarrollo de Rabat».

Sostuvo que el Plan es un ejemplo de la «firme voluntad política del Gobierno» para ayudar a la «región más pobre del planeta».

Golpes de estado

Señaló que no se puede «seguir siendo insensible» a la realidad del continente africano. Sin embargo, dijo «confiar» en el siglo XXI, pues ha habido un avance de los «principios democráticos». «La mayoría de los países» del continente tienen «regímenes democráticos», como Liberia, donde una mujer, Ellen Johnson – Sirleaf, ha sido elegida presidenta «por primera vez en la historia». La vicepresidenta dijo que el Plan para el continente negro colocará a España «como uno de los principales actores internacionales en África y en el mundo» en la lucha contra el hambre. Así, apuntó que el Ejecutivo socialista triplicó los dos últimos años la ayuda al desarrollo. Asimismo, anunció que durante el periodo de vigencia del plan, de 2006 a 2008, la ayuda al desarrollo alcanzará el 0,5 por ciento del PIB.

Relaciones con África

Otro de los objetivos consiste en el refuerzo de la presencia diplomática con la creación de tres nuevas embajadas y nuevas Oficinas Técnicas de cooperación. De la Vega insistió en la necesidad de que la comunidad internacional se involucre en este proceso .

El Secretario de la CEDEAO, agradeció al Ejecutivo español la puesta en marcha del Plan. Al igual que la vicepresidenta, insistió en abordar el «problema de la emigración de forma colectiva», una cuestión que se ha convertido «en una de las más actuales a la que se enfrentan África y sus socios al otro lado del Mediterráneo y del Atlántico».