Por mucho que el tiempo material lo imposibilite, el Gobierno Vasco no se da por vencido. Pedro Sánchez se comprometió a completar el Estatuto de Gernika esta legislatura pero, a un año vista para que se agote su mandato, se antoja inviable cumplir el calendario que aprobó el propio Consejo de Ministros en enero de 2020, como ya asumen desde Lehendakaritza. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico, entre recriminaciones al presidente por la parálisis en materia estatutaria, sigue levantando el dedo para que se atiendan sus demandas. Como lo ha vuelto a hacer este martes.

En la rueda de prensa habitual tras el consejo de Gobierno, Bingen Zupiria, portavoz del Ejecutivo de Vitoria, ha urgido a Sánchez y, especialmente al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá desatascar una de las transferencias primordiales para Lakua: la competencia de Inmigración. El motivo no es otro, según ha esgrimido Zupiria, que poder desarrollar políticas propias en esta materia y así no verse supeditado a Madrid.

Y es que el Gobierno central, por ejemplo, ha licitado el proyecto para la creación de un centro de acogida internacional para personas refugiadas en Vitoria, cuyas instalaciones presupuestadas en 14,1 millones de euros, se ubicarán en la antigua Residencia Arana de la capital alavesa. Algo que ha despertado las reticencias del Gobierno Vasco porque, dicen, «no casa» con el modelo vasco de acogida. Incluso el alcalde de la ciudad, el jeltzale Gorka Urtaran, ha lamentado que este proyecto se haya adoptado de forma «unilateral» por el Ejecutivo central, y ha asegurado que Euskadi «no necesita este tipo de servicios».

En la misma línea, Zupiria ha destacado la necesidad de que Euskadi asuma la competencia de Inmigración con el foco puesto en facilitar el acceso al trabajo de los inmigrantes y refugiados que lleguen a los tres territorios vascos. De hecho, en el documento remitido a Madrid para poder materializar el traspaso, el departamento de Autogobierno destacó que Euskadi buscará con esta competencia poder ejecutar la legislación laboral en las autorizaciones de trabajo, la inspección y la sanción; así como desempeñar las labores de acogimiento y atención sociosanitaria, orientación e integración social y lingüística de los inmigrantes que puedan llegar al País Vasco.

Esta reclamación llega, además, después del encuentro que el propio lehendakari mantuvo el pasado 15 de octubre con el ministro Escrivá, en la que se trató el asunto. Zupiria ha desvelado, además, que posteriormente se han celebrado dos encuentro más con el titular de la cartera de Migraciones, esta vez junto a las consejeras Beatriz Artolazabal y Olatz Garamendi. Sin embargo, las conversaciones no han dado todavía sus frutos.

Por ello, Zupiria ha «urgido» al ministerio de Seguridad Social a materializar el traspaso porque, ha dicho, «cuanto antes se aborde la negociación en materia de Inmigración» antes podrá Euskadi desarrollar políticas propias en esta materia. «El calendario ha asegurado no es un problema si hay voluntad políticas». De ahí que haya lamentado que el Gobierno Vasco sigue a la espera de que se puedan constituir los equipos pertinentes para poder avanzar en una negociación que ahora mismo se encuentra en ‘stand by’. Aunque no es la única. En la actualidad, existe un paquete de hasta seis materias pendientes que siguen sin recibir respuesta por parte de Madrid.