madrid. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, sugirió ayer al Instituto Nacional de Estadística la realización de una estadística más ajustada a la realidad de los extranjeros que viven en España – no sólo de los empadronados – , y opinó que las últimas cifras sobre inmigrantes irregulares carecen de rigor y “no tienen crédito”.

Rumí indicó que el INE debe plantearse cómo dar datos más ajustados a la cifra de residentes extranjeros, ya que cualquier persona puede empadronarse y, sin embargo, haber abandonado el país sin darse de baja en el padrón.

Tras declinar dar cifras sobre cuántos inmigrantes ilegales hay en el país, ya que sería “totalmente especulativo”, la secretaria de Estado agregó que los cálculos publicados ayer por algunos medios de prensa carecen de crédito, porque “comparan dos bases de datos de naturaleza totalmente diferentes”, como son el padrón y tarjetas de residencia y de trabajo.

Las 2,8 millones de personas en posesión de una tarjeta de trabajo y de residencia no representan el conjunto de extranjeros que viven aquí legalmente, indicó, ya que hay “muchos” que no lo necesitan: comunitarios (aproximadamente 300.000), estudiantes (unos 20.000), trabajadores transfronterizos, asilados (de 7.000 a 10.000) y trabajadores de temporada (alrededor de 30.000), entre otros. A ello se suma que en los cálculos “se habla de tarjetas en vigor y no computan las que están en proceso de renovación”, dijo Rumí, quien apuntó que el padrón contiene duplicidades y que la inscripción en el mismo no requiere de la presencia física del interesado.

Por otro lado, Rumí se mostró convencida de que la mayoría de los ayuntamientos españoles han informado sobre la renovación de los permisos. >efe