El Gobierno pretende que el Plan África frene las avalanchas de inmigrantes
España contribuirá al desarrollo en ese continente con el 0,5% del PIB en 2008 Se prevé el refuerzo diplomático con la creación de tres nuevas embajadas
Diario Vasco, 27-07-2006MADRID. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que uno de los objetivos del Plan África, que presentó ayer, es controlar los «flujos de emigrantes ilegales que llegan a nuestras costas». De la Vega hizo un llamamiento a los países de la UE para fomentar «políticas a favor del desarrollo» de África, pues el futuro de España y de Europa depende de la estabilidad política y social del continente africano.
La vicepresidenta presentó el documento en el Círculo de Bellas Artes de Madrid acompañada de la ministra de Sanidad, Elena Espinosa; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León; y del secretario ejecutivo de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Cedeao), Mohamed Ibn Chambas. De la Vega señaló en su intervención que la intención del Gobierno era que los inmigrantes «vengan de forma legal y ordenada y que tengan aquí todos los derechos». Un objetivo, admitió, que requiere «un enfoque más global» del problema.
Para conseguirlo enunció una serie de políticas del Ejecutivo en distintos ámbitos: en el plano interior, «reforzar nuestras fronteras»; en el bilateral, ampliar los acuerdos de «cooperación migratoria y readmisión»; y en el plano multilateral, promover iniciativas como «la Conferencia sobre Inmigración y Desarrollo de Rabat».
El Plan África, sostuvo la vicepresidenta, es un ejemplo de la «firme voluntad política del Gobierno» para ayudar a la «región más pobre del planeta», algo en lo debe participar también la comunidad internacional. «El futuro de África es el futuro de Europa y de España».
186 golpes de estado
De la Vega señaló que no se puede «seguir siendo insensible» a la realidad del continente africano, donde en los últimos 50 años se han producido 186 golpes de estado y 26 guerras. Sin embargo, dijo «confiar» en el siglo XXI, pues ha habido un avance de los «principios democráticos» en los últimos años. «La mayoría de los países» del continente tienen «regímenes democráticos», como Liberia, donde una mujer, Ellen Johnson – Sirleaf, ha sido elegida presidenta «por primera vez en la historia». Un hecho que, a su juicio, es un motivo «para la esperanza».
De la Vega dijo que el Plan para el continente negro colocará a España «como uno de los principales actores internacionales en África y en el mundo» en la lucha contra el hambre y la pobreza. Apuntó que el Ejecutivo socialista triplicó los dos últimos años la ayuda al desarrollo al pasar de 150 a 450 millones de euros. Asimismo anunció que durante el periodo de vigencia del plan, de 2006 a 2008, la ayuda al desarrollo alcanzará el 0,5% del PIB.
Relaciones con África
Otro de los objetivos del Plan consiste en el refuerzo de la presencia diplomática en el continente con la creación de tres nuevas embajadas en Mali, Sudán y Cabo Verde, que se sumarán a las 17 ya existentes. Además, el Gobierno creará Oficinas Técnicas de cooperación en Etiopía, Cabo Verde y Mali y otras Comerciales en Nigeria, Angola, Kenia, Senegal y Sudáfrica.
De la Vega insistió en la necesidad de que la comunidad internacional se involucre en este proceso para «que este objetivo no se vea truncado», en especial se refirió a los «países amigos y próximos como España».
Por su parte, el secretario de la Cedeao, Mohamed Ibn Chambas, agradeció al Ejecutivo español la puesta en marcha del Plan que era «una prueba más» de su «compromiso con África». Al igual que la vicepresidenta, insistió en abordar el «problema de la emigración de forma colectiva», una cuestión que se ha convertido «en una de las más actuales a la que se enfrentan África y sus socios al otro lado del Mediterráneo y del Atlántico». COLPISA
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