Busturialdea ha multiplicado por ocho en la última década el número de extranjeros residentes en la zona. Según el último estudio elaborado por la Mancomunidad de Servicios Sociales, la comarca ha pasado de contar con 164 inmigrantes en 1996 a 1.307 en el presente ejercicio. «Esta cifra supone el 4,7% de la población. El número de nuevos vecinos que llegaron a la comarca en el último año fue de 241», señaló la técnico de inmigración, Begoña Aguirre.

El trabajo ha sido realizado a través de los datos de los padrones municipales de las dieciséis localidades a las que presta servicio esta institución. En esta lista no se incluye Bermeo. «Las cifras son del pasado mes de junio», manifestó.

Otro de los aspectos significativos del trabajo, es que el 92% de los inmigrantes se concentra en sólo cinco localidades. En este sentido, Gernika es el municipio más importante dado que aglutina al 74% de estos nuevos vecinos. «La villa foral cuenta con 977 empadronados, un 6,8 de su censo», añadió.

Varias nacionalidades

Mundaka, con 74 residentes; Forua, con 67; Gautegiz Arteaga, con 48; y Busturia, con 38; completan por este orden el resto de municipios de la zona con mayor número de extranjeros. «Se trata de una inmigración bastante reciente, el 78% de estos residentes han llegado en los tres últimos años y medio», apuntó.

La oferta de trabajo y vivienda, así como las facilidades de transporte son tres de las razones que explican esta concentración. «La mayor parte de estas personas tiene un empleo relacionado con el servicio doméstico y la hostelería, y otro porcentaje más reducido ha encontrado trabajo en la industria y la agricultura», destacó Aguirre.

La principal comunidad de inmigrantes es la rumana, con 467 personas, seguida a mucha distancia por la ecuatoriana (99), los argentinos (83), bolivianos (72) y los colombianos (48). Entre las la nacionalidades que ganan presencia también se encuentran los brasileños y paraguayos y por primera vez aparecen algunos ciudadanos procedentes de Pakistán.

«Han perdido peso los norteamericanos. Uno de los motivos es que muchos de ellos eran vascos con doble nacionalidad que en su día trabajaron en Estados Unidos y que por diferentes razones han preferido quedarse sólo con una», explicó.

Más de la mitad de la población que ha llegado a la comarca cuenta con edades comprendidas entre los 18 y los 39 años, mientras que el 17,5% no alcanza la mayoría de edad. «Se trata de personas jóvenes. Las mujeres representan, además, un 48% del total del colectivo inmigrante», recoge el estudio dela Mancomunidad.