Miranda se une a la tendencia generalizada en los niveles provincial, regional y nacional, de mantener su población con la presencia de ciudadanos procedentes de otros países. En el conjunto de Castilla y León los extranjeros empadronados representan el 4,04% de la población, y en la provincia de Burgos esa cifra aumenta hasta el 5’59%. Los datos mirandeses son todavía superiores, ya que los 3.734 extranjeros que residen en la ciudad representan el 9,69% de la población.

Al margen de la ya asentada hace algunas décadas, colonia portuguesa, que engloba a 1.449 personas, en los últimos años la nacionalidad predominante entre quienes residen aquí como inmigrantes, es la rumana. Los originarios de ese país que viven en Miranda son, a fecha de hoy, 383. Inmediatamente después se sitúan los nacionales de Marruecos, con una población de 355 personas, y los iberoamericanos más numerosos en la ciudad son los ecuatorianos. Residen aquí 152 mujeres y 172 hombres de esa nacionalidad.

Por encima del centenar se sitúan también los inmigrantes procedentes de Argelia, que son ya 166, los de Bolivia, que cuenta con una colonia de 181 personas, así como los originarios de Brasil y Bolivia que aportan al censo mirandés 153 cada uno.

Diversidad

Las cifras que ofrece el padrón municipal de habitantes reflejan que con el paso del tiempo la diversidad es mayor cada año. No en vano, muestra que los 3.734 conciudadanos que registra proceden de un total de cincuenta y cinco países. La lista incluye lugares como Costa de Marfil, Benin Trinidad y Tobago o Cabo Verde. En todos y cada uno de estos casos desde esos países ha llegado a miranda un emigrante.

Cáritas, que es la entidad que lleva el Programa de Inmigrantes ha certificado también que «la mayor oleada de inmigración se produjo en nuestra ciudad a comienzos de la década». En cualquier caso el flujo sigue existiendo y hay temporadas «por ejemplo el verano», en las que «por tradición, la llegada de extranjeros es mayor», han aseverado.

En cuanto a la integración o no de los inmigrantes en la vida de la ciudad, han querido resaltar que «en líneas generales nadie sale de su país por gusto. Todos tienen que hacerlo por necesidad, y vienen aquí con la intención de trabajar y labrarse un futuro. Otra cosa es que puedan encontrarlo».

Miranda, por lo tanto, parece que mantiene la misma tónica que conjunto del país. Eso sí, en comparación con lo que sucede en el conjunto de la provincia y la región, tiene un porcentaje muy superior de extranjeros.