Un grupo de 47 inmigrantes del Centro de Acogida a Refugiados (CAR) de Alcobendas ha mostrado su apoyo a los trabajadores del Centro a través de un comunicado en el que se desautoriza a los dos refugiados que denunciaron irregularidades en la entrega de las ayudas económicas y en la prestación de la asistencia sanitaria, y que llegaron a calificar a la entidad de «centro de terror».

En el comunicado desmienten las afirmaciones realizadas a EL MUNDO por Nicolás Obonga y María Eugenia Revollo, los dos internos que denunciaron al Centro, ya que los «calificativos de centro de pesadilla, cárcel de cristal o infierno no representan la realidad del CAR que es hogar, abrigo, acogida, libertad y ayuda».

En este sentido, agradecen las atenciones recibidas desde que ingresaron en el CAR de Alcobendas, entre las que destacan la orientación laboral y la formación profesional con las que «la mayoría» salen con un trabajo.

Este comunicado refuerza la versión que ofreció la directora general de Integración de los Inmigrantes, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estrella Rodríguez, que dijo que el trato del CAR con los denunciantes fue «correcto», ya que se les dio la oportunidad de realizar cursos de formación que les sirvieron para encontrar trabajo y se les entregó – en uno de los casos – 5.243 euros en ayudas para vestuario y transporte.