La Síndica de Greuges de Barcelona, Pilar Malla, expresó ayer su voluntad de que se abra un proceso extraordinario de regularización de inmigrantes en todo el Estado Español para acabar con la situación de ilegalidad de los 800.000 extranjeros indocumentados que existen en la actualidad.

Malla denunció la situación de «clandestinidad» que sufren los sin papeles, que «trabajan sin contrato y no están dados de alta en la Seguridad Social» y apostó por un nuevo proceso de regularización como fórmula para «defender el derecho de estas personas».

La Síndica reconoció que la apertura de un proceso de regularización podría atraer a más inmigrantes por el denominado efecto llamada, pero, aún así, quiso restar importancia a esta posibilidad alegando que «hasta el momento en España hay trabajo y podemos asumir la llegada de inmigrantes».

Malla defendió además la «flexibilización» de ciertos requisitos para acogerse a la regularización como «reducir el tiempo de residencia en España [que actualmente es de 3 años] para poder pedir la documentación».

La Síndica advirtió que para acabar con esta situación de clandestinidad se requiere la colaboración de las administraciones locales, que deben ser eficaces en los procesos de empadronamiento, y de los empresarios y particulares, que deberían «facilitar la documentación necesaria para la obtención de los permisos de trabajo iniciales o de renovación».