PRISMA

La civilizada Europa

El Mundo, 27-07-2006

Los dirigentes europeos presumen a menudo de su conciencia social y se vanaglorian de su gran sensibilidad humanitaria. Pero la reciente actuación de esta Europa institucional muestra la falsedad de estos sentimientos en la civilizada Europa.


Algunos horrores recientes: por un lado, Malta y España, ambos miembros de la UE, discuten agriamente sobre quien tiene que aceptar a 51 inmigrantes que han sido recogidos exhaustos por un pesquero español que sí fue humanitario. Pretenden que sea Líbano, en cuyas aguas se hallaban los náufragos, quien se responsabilice de ellos, país que sin duda, precisamente estos días, tiene otros problemas. Al final «reparten» los inmigrantes tratando de acoger al mínimo posible, aunque España acepta el mayor número. Ante el más profundo silencio e indiferencia del resto de los países de la UE que actúan como si el problema de la inmigración marítima fuese asunto exclusivo de los países costeros. Otros barcos han sido también rechazados cuando con inmigrantes albaneses (que son europeos) u otros quisieron alcanzar las costas de Italia.¿Lo recuerdan?


El pesquero ha pasado varios días en Malta, con las incomodidades y las fuertes pérdidas económicas que ello supone, inmersos en una situación kafkiana por haber cumplido con la reglamentación marina y la mínima humanidad. ¿Quien convencerá a otros patronos de pesca que se encuentren en condiciones semejantes para que recojan a los náufragos? La humanitaria Europa es bien consciente que con esta actitud está condenando a muerte a muchos náufragos del futuro. Pero no es un problema muy importante: ¡son ilegales!.


Por el otro, la UE asiste pasiva al terrible espectáculo de la masacre de palestinos y libaneses (y algunos israelíes). El G – 8, al que pertenecen los principales países europeos, realiza una declaración en la que de entrada reconoce a Israel su derecho a defenderse, y pasa a pedir a Hezbolá y Hamás que se desarmen, sin exigir para nada al primero que cese inmediatamente sus brutales ataques en Palestina y Líbano. ¿Cómo es posible que la UE ignore todo el contexto del Medio Oriente y se conforme con enviar a Solana a intentar que se desarme Hezbolá para que Israel suavice sus ataques? ¿No puede la UE tener una actitud más enérgica y no aceptar la complaciente actitud de Estados Unidos frente a Israel? ¿Es que no hay otros medios, que se utilizan rápidos con otros países, como sanciones, bloqueos económicos, congelación de la venta de armas?, ¿por qué tantos remilgos antes de presionar para el envío de una fuerza internacional? ¿es el lobby judío tan fuerte en la UE como en Estados Unidos? ¿Dónde queda el más mínimo sentimiento humanitario? ¿Dónde están las premisas de su jactanciosa civilización?


Europa no cambia de naturaleza. Es siempre la misma Europa, la que en la guerra civil española como ahora se rememora, aprobó la no intervención de los países europeos (Francia e Inglaterra en especial) mientras los aviones alemanes e italianos masacraban los frentes de guerra y las ciudades españoles. La que protestó muy poco cuando el fascismo asesino a millones de personas: judíos, pero también comunistas y muchos gitanos. Cuando no hay problemas, cuando la evolución de las situaciones habituales no es conflictiva, cuando todo va bien, Europa muestra su esplendor: civilizada, humanitaria, compasiva, bienhechora. Pero en cuanto se plantean los mínimos problemas surge la verdadera naturaleza de unas instituciones y unos dirigentes intolerantes, crueles, brutales. ¿Cómo es posible aceptar tanto horror? ¿Cuál es la verdadera cara de este continente tan civilizado?

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