La mitad de los empadronados en Málaga en el último año son extranjeros
La población foránea se triplica en un lustro y asciende ya a casi 192.000 personas, la mayoría británicos. La provincia gana 23.000 nuevos residentes en sólo 12 meses
Diario Sur, 26-07-2006Málaga se mantiene, un año más, como un polo principal de atracción de nuevos habitantes. Así lo pone de relieve el avance del Padrón de 2006, que dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). En los últimos 12 meses, 23.000 personas se han sumado a la población de la provincia. De éstos, casi la mitad son extranjeros.
Pero hay otro dato que muestra esta pujanza demográfica. El número de foráneos empadronados se ha multiplicado por tres en los últimos cinco años, y deja un saldo de 192.000 habitantes no nacionales, que suponen ya el 13% de la población total. En términos porcentuales, los extranjeros residentes han aumentado un 160% entre los años 2000 y 2006. Ello representa también casi la mitad de los no nacionales que viven en Andalucía.
Por países de origen, el primero es Reino Unido, con más de 51.000 súbditos residentes, seguidos de marroquíes, argentinos y alemanes. El avance del padrón también viene a desmitificar creencias muy arraigadas, como la masiva presencia de ciudadanos chinos, de los que el INE hace constar sólo 2.800 personas, casi tantos como brasileños y paraguayos, y muy por debajo de rumanos, colombianos, ecuatorianos y bolivianos. Algo similar ocurre con los nigerianos, que suponen poco más de 1.800 vecinos, aunque los datos están a menudo condicionados por el miedo de muchos inmigrantes irregulares a identificarse ante instancias legales.
Torre de Babel
En Málaga están representadas más de 70 nacionalidades. Mientras pasea por cualquier municipio de la Costa es posible que se cruce con súbditos de Australia y Nueva Zelanda, Estados Unidos, Serbia, Armenia, Moldavia y Japón. Además, Fuengirola acoge la mayor colonia de finlandeses fuera de su propio país (4.600 ciudadanos de esta nacionalidad). Por sexo, los varones son mayoritarios, aunque por un estrecho margen (98.000 frente a 93.500).
La población total de Málaga asciende, tras el último estudio, a 1.476.152 habitantes empadronados, un 1,56% más que un año antes. Por sexo, las mujeres son mayoría en términos globales, aunque por un estrecho margen (17.000 féminas más que varones), tendencia opuesta a la que se registra entre los foráneos. Por edades, el grueso de la población se concentra en la horquilla de los 30 a los 34 años, seguida de los que están entre 35 y 39 años y, en tercer lugar, los de 25 a 29 años.
Más viejos
Los malagueños son cada vez más viejos, y así lo constata también el INE. Un total de 211.000 personas han superado ya la barrera de los 65 años (20.000 tienen más de 85) y, en el margen opuesto de la escala, en la provincia viven 154.000 niños menores de nueve años.
Pero Málaga es tierra de acogida también para ciudadanos nacidos en otras provincias. Unos 280.000 residentes proceden de otros puntos, en su mayoría del resto de la Comunidad andaluza. Los nacidos y residentes suman un millón de ciudadanos.
Andalucía es la tercera comunidad española en la que se produjo un mayor aumento de población extranjera, por detrás de Cataluña y Valencia, con casi ocho millones de personas (7.935.100), según el INE. El número de no nacionales en la Comunidad ha ascendido hasta los 462.697, lo que supone casi el 6% de la población total y un aumento de cuatro puntos respecto al año anterior.
Por detrás de Málaga, Almería es la que acoge un número más elevado (104.932), y le siguen a gran distancia Sevilla (43.195) y Granada (41.738). Por nacionalidades, los marroquíes se sitúan en primer lugar (78.719), seguidos de cerca por los procedentes de Reino Unido (76.630). También presentan cifras elevadas la población rumana (38.612), la argentina (23.609) y la procedente de Ecuador (22.427).
La provincia con mayor población es Sevilla (1.828.616), seguida de Málaga y Cádiz. En cuanto a la edad, el porcentaje de población comprendido entre los 25 y los 29 años (680.605) es el que más abunda. La Comunidad autónoma acusa una paulatina disminución de los nacimientos y un aumento de la esperanza de vida, síntomas del envejecimiento de los andaluces.
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