La agrupación de voluntarios de Protección Civil de Santiago hizo entrega el lunes del material recogido en la campaña Un Nadal pola paz. La iniciativa consiguió cuatro árboles navideños y adornos decorativos para que las familias refugiadas ucranianas de la ciudad puedan celebrar una de sus fiestas tradicionales, San Nicolás, como lo hacían en sus hogares antes de verse obligados a abandonarlos. La iniciativa fue propuesta por Antonio Villaverde, un voluntario que esta primavera ya llevó en su propio coche ayuda humanitaria hasta la frontera entre Ucrania y Polonia. Cuenta que desde entonces «estou bastante volcado» con la situación de los refugiados ucranianos y se interesa siempre que puede por las necesidades que se les presentan.

«Dixéronme que os regalos estaban cubertos, pero non tiñan como decorar as instalacións», cuenta el estradense. Explica que la jefa de Protección Civil, Begoña del Río, le brindó como siempre todo su apoyo. «Tanto ela como o Concello sempre están dispostos a colaborar en todo», agradece Antonio, y pusieron en marcha esta campaña solidaria. Aunque al acto de entrega acudieron él y otros dos voluntarios (Yago e Irene), asegura que «realmente hai por detrás un grupo de 80 persoas que, en maior ou menor medida, colaboraron coma nós».
Advierte Antonio que siempre quedan necesidades por cubrir y, por ejemplo, en este momento les vendrían bien tendales para la ropa y deshumidificadores para que esta seque con mayor facilidad y evitar ambientes poco sanos para personas con asma u otras afecciones que se ven condicionadas por la humedad ambiental. Y también son bienvenidos los zapateros para el calzado.