Los menores condenados a internamiento en Madrid se disparan un 12% en seis meses

?Más de la mitad de los que ingresaron en el primer semestre en centros no

La Razón, 26-07-2006

Madrid – La delincuencia cometida por los menores de edad es un fenómeno
que, desgraciadamente, gana cada vez más terreno. Los delitos graves,
aquellos que llevan aparejados la adopción de medidas judiciales
privativas de libertad – internamiento en régimen abierto, semiabierto o
abierto – cada vez son cometidos con una edad más temprana, y, de forma
paralela, se está registrando un aumento en ese tipo de medidas. En
concreto, y según datos del Decanato de los Juzgados de Madrid, a los que
ha tenido acceso LA RAZÓN, en los seis primeros meses de este año, los
jueces adoptaron un total de 728 medidas privativas de libertad para otros
tantos menores autores de delitos graves, lo que supone un aumento del
11,7 por ciento respecto al mismo periodo del pasado año. La mayoría de
esos menores, 378, tuvieron que ingresar en un centro en régimen cerrado,
bien por la gravedad de los delitos que cometieron o por la violencia con
la que lo llevaron a cabo; mientras que otros 314 lo hicieron en régimen
semiabierto, es decir, permanecían en el centro unos días y el resto en
sus domicilios. Adolescentes. En cuanto a la edad con la que ingresan en
esos centros, en este primer semestre se ha registrado un aumento entre
los delincuentes de 15 y 16 años, que representan ya el 17 y 21 por
ciento, respectivamente. Igualmente significativo es el hecho de que el 57
por ciento de los menores que han ingresado este primer semestre en
centros de internamiento procede de otros países. En este apartado, según
los datos del Decanato de los Juzgados de Madrid, el 23 por ciento
procedían de países latinoamericanos, el 21 por ciento era magrebí y el 8
por ciento eran menores que habían llegado de países europeos que no son
miembros de la Unión Europea. Los españoles representan el 43 por ciento.
Los delitos que llevaron a los jueces a decretar la medida de
internamiento han sido, en su mayoría, los relativos a robos con violencia
y/o intimación – aunque se ha producido un descenso del 63,3 al 53, 3 por
ciento – , robo con fuerza y maltrato y violencia doméstica. Los delitos
contra la vida representan el 4,5 por ciento. El Defensor del Menor en
Madrid, Pedro Núñez Morgades, reconoció un aumento en el número de delitos
cometidos por menores y, sobre todo, «una mayor violencia en los delitos,
que se van cometiendo a una edad más temprana». Una de las causas que
incide en esas circunstancias es, en su opinión, que no se está realizando
un «abordaje integral de los delitos de los menores, haciendo un buen
diagnóstico, adoptando medidas preventivas y dotando de toda eficacia a la
Ley del Menor». Aquí, destacó el hecho de que el 70 por ciento de los
menores delincuentes no tiene una educación a nivel de primaria, por lo
que es necesario incidir en este aspecto, para que interioricen una serie
de «valores universales» que supongan una pauta de comportamiento
adecuada. Pero, además, llama la atención sobre otros dos extremos
relevantes. En primer lugar, el hecho de que los menores ven hoy en día a
la violencia «como algo positivo, como una forma más de resolver
cuestiones personales, porque la ven como una fórmula del éxito». Y, junto
a ello, se está fallando en el tratamiento a las primeras faltas o delitos
que cometen los menores, ya que no se están sancionando como debería: «Si
desde la comisión de la primera falta se castigara con una medida
adecuada, para que el menor infractor viese que infringir una norma social
no sale gratis, sería un elemento disuasorio». Por su parte, el juez
decano de Madrid, José Luis González Armengol, destacó también que se está
produciendo «una tendencia al alza en los delitos más graves cometidos por
menores.

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