Las cifras del padrón del 2006 no son como las de cualquiera año ni su interpretación es tan sencilla como en otras ocasiones. Una corrección estadística introducida por el INE ha excluido de golpe de las estadísticas nada menos que a 492.800 extranjeros registrados hasta ahora, pero que no han renovado su inscripción.
De un día para otro tenemos entre nosotros a medio millón de inmigrantes menos de lo que se pensaba, aunque en los resultados globales de población esto queda enmascarado porque durante el 2005 se produjeron nada menos que 646.900 altas de extranjeros en el padrón.

REFORMA LEGAL
La exclusión es fruto de una reforma de la ley de extranjería promovida el año 2003 por el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes. La nueva norma determinó que los extranjeros no comunitarios sin permiso de residencia permanente deben confirmar que siguen en España cada dos años renovando su inscripción. La ley entró en vigor el pasado 22 de diciembre, afectando a 1,75 millones, pero 492.800 no la han cumplido.
El objetivo del cambio legal era descubrir la bolsa de extranjeros empadronados que se habían trasladado a otro país o regresado al suyo sin darse de baja. O incluso aquellos que se habían censado a través de familiares sin llegar a pisar nunca suelo español.
Parte de los depurados ahora corresponden a este perfil, pero la presidenta del INE, Carmen Alcaide, admitió ayer que otra parte difícil de determinar corresponde a extranjeros que no se han enterado de su nueva obligación.
Eso explica, por ejemplo, el chocante fenómeno de que la comunidad de Madrid haya perdido 73.000 habitantes. Alcaide no escondió que el Ayuntamiento de la capital de España es, junto al de Palma de Mallorca, de los que menos ha colaborado en la renovación. A diferencia de lo que hizo Barcelona, esos dos municipios no remitieron cartas a los afectados para que efectuaran el trámite a tiempo. Baleares es la otra comunidad que pierde habitantes.
Las consecuencias para los extranjeros serán nulas. Aunque a efectos estadísticos hayan sido excluidos, sus nombres siguen constando en los padrones y seguirán constando hasta que se agoten los plazos que tienen para recurrir. Y siempre que quieran podrán volverse a dar de alta. A quién más perjudicará esta falta de diligencia es a las comunidades y a los ayuntamientos.

LAS SUBVENCIONES
Las cifras oficiales de población sirven al año siguiente para determinar las subvenciones que es Estado les transferirá. Y la suerte para el 2007 ya está echada. Si se recupera parte de la población perdida ya no tendrá efectos hasta el año siguiente. Catalunya será la más beneficiada en el 2007. Sus municipios han hecho mejor los deberes.
No es de extrañar que la Comunidad de Madrid montara ayer en cólera. Su consejera de Inmigración, Lucía Fígar, acusó al Gobierno de “manipular a su antojo” los datos de población y número de extranjeros en la región “con el doble objetivo de ocultar el fracaso de su política de inmigración y perjudicar a la Comunidad de Madrid”.