‘Ceniza en la boca’ es la segunda novela de Brenda Navarro, y de ella habló la autora con quienes ya habían leído el relato puesto que se hizo la presentación ante quienes conforman el club de lectura auspiciado desde la librería Estudio.

«En este libro con lo que te encuentras es con una conversación con España, con lo que supone vivir acá cuando no es tu lugar de origen, con las dificultades que te encuentras y que, en el fondo, son las mismas que tiene todo el mundo», es lo que apunta esta autora mexicana que se plantea sus relatos con el ánimo de interpelar a quienes leen lo que propone. Y lo hace así porque entiende que «la literatura y otras disciplinas artísticas lo que hacen es lanzar preguntas».

No es ‘Ceniza en la boca’ un libro amable porque en él se habla del suicidio, de los cuidados, de las personas migrantes o el desarraigo, cuestiones que preocupan a Brenda Navarro y que indica que «no son fáciles, pero hay que hablar de todo eso. Hablarlo nos permite identificar qué es lo que nos está haciendo daño como sociedad».

Después de llevar ya ocho años viviendo en España refleja en sus libros lo que a ella le preocupa de vivir en nuestro país, y también en sus libros, lo que quiere dejar patente es que hay menos diferencias entre los ciudadanos de diferentes lugares que «lo que quieren hacernos creer. Vivimos todos bajo una estructura capitalista que nos oprime a todos por igual. Aunque hay características específicas en cada lugar, las problemáticas son las mismas».

A su juicio ahora mismo los principales problemas son el empobrecinmiento y el «arrebatamiento de derechos, que creíamos ya conquistados».

En la novela habla de grandes ciudades, muy urbanas, en las que se han ido rompiendo las relaciones entre las personas y que son el ejemplo de «los espacios en los que la gente se relaciona poco con los demás y, como no se organiza, permite que quienes ostentan el poder nos arrebaten derechos».

Sin etiquetas

No niega Brenda Navarro que su literatura puede decirse que es política «lo es», pero lo matiza. «Vivimos en un mundo en el que la literatura quiere hacerse pasar por no política y, de pronto llega una historia como la mía y dicen que es literatura política, que es literatura feminista y, sí, pero también hay que decir que es sólo literatura. Si dejamos que se catalogue como literatura de un tipo determinado estamos perpetuando el hecho de que solamente los hombres pueden hacer literatura sin etiquetas, y ahí sí que estoy en contra».

Sin querer convertirse en adalid de nada, –«el número de personas que puede leerme es ínfimo para considerar que puedo ayudar en algo»–, dice, lo que sí apunta es que escribir y ver que sus libros se eligen el clubes de lectura «me sirve para sentirme menos sola porque así comparto pensamientos»; los comparte y consigue con sus historias algo que a ella también le gusta hallar cuando lee, «que un libro te remueva algo por dentro».

Conversación sincera y enriquecedora, eso tuvieron en el club de lectura con Brenda Navarro, autora de ‘Ceniza en la boca’.