El director argelino Tony Gatlif contará en su próxima película la historia del joven que ayudó a la niña alicantina atacada por un pez
«Me ha emocionado su historia, por su humanidad, porque desprende corazón», explica
La Verdad, 25-07-2006La historia de Alou ha traspasado las fronteras españolas. Si a lo largo de la semana pasada su gesto lo convirtió en una estrella mediática y le permitió obtener sus papeles por la vía rápida, ahora, Tony Gatlif, director argelino asentado en París, se ha fijado en él para escribir el guión de su próxima película. «Me ha emocionado su historia, por su humanidad, porque desprende corazón», explica.
Gatlif llegó el domingo a Sevilla para buscar localizaciones y grupos de música flamenca. Al bajar del avión, leyó en la prensa la historia de Lucía y Alou. «Desde entonces no ha parado hasta que le hemos puesto en contacto con él», afirma Matilde Rubio de la productora Princes Films.
Según Matilde, «Tony es un director que actúa con el corazón, por impulsos.En todas sus películas cuenta historias humanas y tiene predilección por los inmigrantes, porque él mismo lo es».
Gatlif nació en 1948 en Argelia, en el seno de una familia con ascendentes gitanos e hispanos. En los años 60 emigró a París, donde estudió cine en la Escuela de Bellas Artes. Su película Exil, que narra el retorno de dos inmigrantes argelinos residentes en Francia a su país de origen, le valió la Palma de Oro al mejor director en el Festival de Cannes 2004.
El polifacético argelino ha participado en diecisiete películas como director, y en algunas de ellas ha trabajado también como guionista, actor y encargado de la banda sonora. En la actualidad está preparando su próxima película, para cuyo título quiere jugar con las palabras libertad y corazón.
La historia de Alou le ha emocionado porque es justo lo que estaba buscando. Alguien que, a pesar de estar en situación irregular, no dudó en arriesgar su libertad por ayudar a Lucía. Alguien que al final ha conseguido la libertad (el permiso de residencia) por su buen corazón.
Las declaraciones de Alou en las que hacía hincapié en la necesidad de cuidar y ayudar a los niños porque ellos son el futuro, han enternecido a este hombre de cine porque para los gitanos, lo más importante son los niños.
«Él tiene muy presentes sus raíces árabes y gitanas en todas sus películas, siempre utiliza músicas que fusionan ambas tendencias y mezcla personajes de ambos mundos, en sus películas aparece un mundo muy personal, de mucha fusión», explica Matilde que lo define como alguien «apasionado, que pone su corazón en todo lo que hace y te mueve a seguirlo en todas sus locuras, una gran persona». «No sería de extrañar que además de contar su historia quiera que aparezca como actor, porque él suele utilizar gente de la calle para dar más frescura a sus películas», concluye Matilde.
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