La manifestación del 25-N: "¿Por qué estamos aquí? Porque nos están violando"

El Periodico, Beatriz Pérez, 25-11-2022

“¿Por qué estamos aquí? Porque nos están matando. Porque nos están violando. Porque quiero llegar a casa borracha y tranquila”. Esta ha sido una de las proclamas escuchadas este viernes en la manifestación del 25 de noviembre contra la violencia machista de Barcelona. A las 18.30 horas ha arrancado desde el paseo de Gràcia con la calle de Roselló, en un ambiente festivo y amenizado por una batucada. Y ha llegado sobre las 20.00 horas al cruce con la Gran Via. Según la organización, Novembre Feminista, la protesta ha congregado a entre 40.000 y 50.000 personas (3.000 según el ayuntamiento).

La manifestación de este año se ha celebrado un día después de conocerse los alarmantes datos del Hospital Clínic de Barcelona, referente en la atención a mujeres que han sido agredidas sexualmente: en el último año las violaciones en la capital catalana han crecido un 50%. Además, en España, los delitos sexuales cometidos por menores se han duplicado.

“Es la primera vez que vengo. Y estoy aquí porque yo estoy en un centro de mujeres maltratadas”. Lo decía María, de 53 años, que sujetaba una pancarta que rezaba: ‘No nací mujer, moriré por serlo’. “Mi ‘ex’ me sacó un cuchillo y casi me mata”, relataba. Una fundación le está prestando apoyo y los Mossos d’Esquadra le hacen seguimiento. “Tengo miedo, sí”. Pero ahí ha estado.

Karina, una joven brasileña de 37 años, es otra de las manifestantes. “Tenemos que salir de nuestra burbuja y ponernos en el sitio de las demás. Yo también tengo una experiencia personal que me impulsa a estar aquí”, dice. Esta mujer, miembro de la asociación Casa da Gente – Brasil/Catalunya, fue agredida junto a un grupo de amigas durante la pasada Mercè en la plaza de Espanya.

“Se nos acercó una manada de cinco chicos y nos empezaron a pegar porque éramos inmigrantes y personas trans”, explica. “Tenemos que dar voz. Tenemos que ser dueñas de nuestras propias vidas. Hemos llegado aquí a causa de mucha sangre”, explica Karina.

Ha habido una persona muy presente en la manifestación de este año: Masha Amini, la joven de 22 años que falleció cuando se encontraba bajo custodia de la policía de la moral en la capital iraní, Teherán. Amini estaba arrestada por “llevar mal puesto el velo” y supuestamente infligir el estricto código de vestimenta que tienen que someterse las mujeres de la República Islámica. Su asesinato dio pie a toda una ola de protestas.

“Soy iraní y en nuestro país estamos viviendo una situación difícil en mi país. Doy apoyo a las manifestaciones de allí y estoy aquí hoy para hacer algo contra la violencia hacia las mujeres”, explica Ali Emadi, de 39 años que es vecino de Barcelona. “Este problema [lo ocurrido con Masha Amini] lo tenemos desde hace mucho. Pero con ella algo pasó: la sociedad al principio se entristeció mucho, pero luego se enfadó mucho y salió a la calle”, explica Ali mientras sostiene un cartel que dice: ‘Woman life freedom, free Iran’ (“libertad para las mujeres, libertad para Irán”).

Montse Cervera, miembro de la entidad Novembre Feminista, cree que el aumento de las violaciones a mujeres se debe a que estas denuncian más. Pero sí que se muestra alarmada por el hecho de que tantas agresiones se hayan producido a manos de chicos muy jóvenes. “Necesitamos recursos y apoyo. Pero lo más importante es la sociedad”.

Desde la primera fila de la manifestación, Cervera ha llamado a hacer un “cambio” en niños y niñas. A combatir el “patriarcado”. “Debemos plantearnos qué hacemos mal. No hay una conciencia suficiente sobre esta problemática y la sociedad aún no la tiene entre sus prioridades”. Además, llama a trabajar la educación afectivo – sexual desde las escuelas.

La manifestación de este año también ha denunciado la violencia vicaria: aquella que se ejerce en los hijos para hacer daño a la mujer. Este año ha habido varios casos en España: el de Tomás Gimeno, que asesinó a sus dos hijas en Tenerife, tiró sus cuerpos al mar y presuntamente se suicidó, y el del padre que apuñaló hasta la muerte a su hijo en Sueca (València). “Todas las violencias machistas son estructurales del sistema patriarcado”, ha dicho al final de todo el Tribunal Popular Feminista.

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