Bruselas – Menos de la mitad de lo que prometió en un primer momento. Esa
va a ser, finalmente, la ayuda que la UE va a prestar a España para frenar
la oleada de cayucos que no dejan de afluir en los últimos meses, sobre
todo a Canarias. Así lo anunció ayer el director de Frontex, Ilkka
Laitinen, quien explicó que la misión coordinada por la Agencia Europea de
Control de Fronteras en las islas se desarrollará, después de haber
sufrido varios retrasos por problemas burocráticos y políticos, durante 7
semanas entre agosto y septiembre.
   El vicepresidente de la Comisión
y responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, explicó
durante la rueda de prensa final del Consejo de Justicia e Interior de la
UE que la misión contará con «dos aviones y cuatro barcos» y podrá
patrullar las aguas territoriales de Mauritania y Senegal. Estas cifras
son muy inferiores a las que se habían barajado en un primer momento. El
propio vicepresidente cuantificó a finales de mayo en 6 o 7 helicópteros y
10 barcos la patrulla europea en la costa de Mauritania y Senegal. El
lanzamiento de la misión se había previsto inicialmente para principios de
junio.
   También será mucho más reducido el número de países que
participarán en el proyecto de los inicialmente previstos. Frattini
aseguró el 5 de julio que trece países europeos habían ofrecido sus
aviones, helicópteros y barcos para patrullar en Canarias. Sin embargo,
sólo participarán Francia, Italia, Portugal y Finlandia.
   Presupuesto. Frattini anunció que ha movilizado 3 millones de euros
adicionales para financiar Frontex, que se dividirán entre Canarias y
Malta. Además, anunció que Frontex establecerá una «base temporal» en las
Canarias. A finales de septiembre se evaluará si es necesario prorrogarla.
   El director de la Agencia explicó que desde finales de julio ya hay en
Canarias un operativo de unas nueve personas de Italia, Portugal, Francia
y Dinamarca que trabaja en la identificación de inmigrantes. Atribuyó los
sucesivos retrasos en el lanzamiento de las patrullas a las reticencias de
los estados miembros para aportar medios, y no quiso precisar una fecha
concreta para el lanzamiento de la operación por razones de seguridad,
aunque dijo que todo está ya preparado.
   En el mismo sentido se
expresó el secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, que
dijo que «todos los problemas que existían para su puesta en
funcionamiento han desaparecido». Insistió en que el operativo es «muy
complejo» desde el punto de vista técnico y político pero «está en
condiciones de ponerse en marcha a principios de agosto».
   No
está, sin embargo, tan contento el PP con la gestión que está haciendo el
Ejecutivo de la crisis migratoria. Su secretario general, Ángel Acebes,
denunció ayer la «desidia» que supone que ni el ministro de Interior,
Alfredo Pérez Rubalcaba, ni el de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús
Caldera, hayan acudido a Bruselas para participar en la reunión de
ministros de Interior y Justicia que, entre otras cosas, iba a tratar la
situación de la inmigración. Según Acebes, era imposible que tuvieran
«nada mejor» que hacer y dijo que deberían asumir responsabilidades
políticas.
   En rueda de prensa, insistió en que resulta
«escandaloso» que no haya estado ningún ministro español en una reunión
que tenía como parte de la agenda del día la inmigración ilegal y sus
repercusiones para España. «Claro, se está mucho mejor haciéndose una foto
inaugurando una comisaría que se puede inaugurar cualquier otro día»,
ironizó en referencia al acto que protagonizó Rubalcaba en una comisaria
en Galicia.