ERENA CALVO

LAS PALMAS. Los dispositivos de Salvamento Marítimo y Cruz Roja comienzan a verse desbordados con el repunte que ha experimentado la llegada de embarcaciones clandestinas a Canarias en los últimos días. Sólo en la jornada de ayer alcanzaban Gran Canaria dos cayucos con 93 inmigrantes. Más de 600 «sin papeles» han llegado a las costas del Archipiélago en menos de una semana; seis de ellos han perdido la vida en la travesía o en los hospitales de las Islas. La última imagen del peligro que encierra el viaje desde África se registraba ayer cuando Salvamento descubría dos cadáveres entre los 48 ocupantes de una barquilla que se dirigía a Gran Canaria.

Otros tres pasajeros de la misma embarcación siguen ingresados en un hospital de la isla; uno de ellos muy grave al padecer una hipotermia severa. Del grupo de 45 que llegó el viernes a Tenerife, cuatro continúan en centros de salud, aunque evolucionan favorablemente según fuentes del Ejecutivo regional.

Una vez en tierra, los ocupantes del cayuco que llegó a Gran Canaria explicaron a efectivos de Cruz Roja que llevaban once días de viaje y cinco sin nada que comer. Según informaron fuentes de la organización humanitaria a ABC, el aumento de los controles que supondrá la puesta en marcha del dispositivo de vigilancia de fronteras de la Unión Europea (Frontex) a partir de septiembre está generando una salida masiva de cayucos. El «problema» es que la «improvisación» provoca que «se lancen al mar sin los medios necesarios para abordar la travesía, con lo que se quedan a mitad del viaje sin comida ni bebida». A ello hay que sumarle «la ola de calor y el mal estado de la mar estos días», continúan desde Cruz Roja.

Circunstancias que explicarían el mal estado en que están llegando tanto los inmigrantes como las embarcaciones, muchas de ellas a punto de hundirse. Es el caso de los 91 inmigrantes que alcanzaron la noche del domingo La Gomera. Papu, un estudiante de idiomas procedente de Senegal que viajaba entre ellos, explicó a Efe que llevaban también cinco días sin comer y tres bebiendo agua de mar. Cerca de La Gomera se quedaron sin gasolina y uno de los ocupantes, «nuestro héroe», se lanzó al agua con una balsa construida con chalecos y trapos amarrados con una soga para pedir auxilio. Estrategia que dio resultado al ser detectado por Salvamento Marítimo.

Toca puerto el «hospital del mar»

Los que también han podido contarlo son los 90 subsaharianos (88 varones adultos y dos mujeres) que rescató este sábado el «Esperanza del Mar» a 80 millas de Dakhla (Marruecos) y 120 de Mauritania. El grupo desembarcó ayer por la mañana en el puerto de la capital grancanaria, donde tiene su base el buque hospital. Ahora las autoridades españolas tendrán que iniciar las negociaciones para su repatriación después de que el sábado Marruecos rechazase aceptarlos, al igual que hizo Malta con los 51 inmigrantes rescatados por el pesquero español «Francisco y Catalina».

En lo que va de año han alcanzado las costas canarias más de 12.300 inmigrantes, una cifra «inadmisible» valoró ayer el jefe del Ejecutivo canario, Adán Martín, quien además denunció que ni el Gobierno central ni la UE han cumplido con los medios prometidos para aliviar la crisis.