El hundimiento parcial de un edificio de cuatro plantas, ayer por la mañana, en el barrio de Les Escodines de Manresa obligó a desalojar a 35 personas del bloque afectado y de los dos contiguos, aunque no ocasionó víctimas. De todas ellas, 21 personas pertenecientes a 4 familias vivían en régimen de alquiler en la casa afectada, todas procedentes de la inmigración. El ayuntamiento atribuyó el desplome al mal estado del edificio y responsabilizó a la empresa inmobiliaria propietaria. El inmueble tendrá que ser derribado por completo.
El hecho de que el desplome afectara a la parte trasera del bloque, poco frecuentada por los inquilinos, evitó ayer una tragedia humana en este barrio histórico, incluido en el plan de barrios de la Generalitat para su rehabilitación.

RECOGER PERTENENCIAS
El hundimiento se produjo a las 8.30 horas. Una de las vecinas afectadas, de origen magrebí, explicó entre lágrimas: “Yo estaba en la cocina cuando he oído como se caía todo”. Y añadió: “Por suerte no nos ha pasado nada, pero ¿dónde vamos a ir mi familia y yo sin ropa y sin nada?” Ayer tarde las familias afectadas pudieron entrar en la parte del edificio que se mantiene en pie a recoger sus pertenencias.
Según el concejal de Vivienda y Rehabilitación, Ignasi Perramon, las 21 personas desalojadas del bloque “serán realojadas provisionalmente en casas de familiares o en hostales, mientras se encuentra un alojamiento definitivo”. El desalojo también afecta a una peluquería de la planta baja y que será trasladada a otro local de la misma calle.
Perramon añadió que los 14 vecinos desalojados podrán regresar a sus casas cuando hayan acabado los trabajos de demolición del bloque afectado, ya que, según un primer análisis de los técnicos municipales, los dos edificios contiguos “no han resultado afectados”.