LA PRESIÓN MIGRATORIA
La nueva ola de cayucos llega en condiciones precarias
El Periodico, 25-07-2006Tras un mes de junio y un inicio de julio tranquilos, Canarias vive desde el pasado viernes un repunte de la llegada de cayucos que toman tierra en unas condiciones cada vez más penosas. Casi 600 inmigrantes han llegado a las islas en solo cuatro días y, lo que es peor, cinco de ellos han fallecido durante la travesía o al poco de desembarcar. El Gobierno espera que la nueva avalancha sea solo un fenómeno pasajero y confía en que la puesta en marcha en agosto de las patrullas europeas en la costa africana lo reduzcan al mínimo.
Canarias revive las escenas de las avalanchas del pasado mes de mayo pero con unos tintes más dramáticos. A las cinco de la madrugada de ayer, un mercante avistó a unas 10 millas de la costa de Argueneguín (Gran Canaria) a un cayuco con dificultades para navegar. Dos horas después, los voluntarios de la Cruz Roja que los atendieron se encontraron con un panorama desolador.
De los 48 inmigrantes que viajaban en su interior, dos habían fallecido por hipotermia al tener su cuerpo metido en agua durante largo tiempo y otros doce tuvieron que ser ingresados en estado grave, también con síntomas de hipotermia, además de deshidratación. Uno de ellos logró ser reanimado tras sufrir una parada cardiorrespiratoria.
DOS MUJERES Y UN NIÑO
Los supervivientes contaron que llevaban cuatro o cinco días sin ingerir líquidos ni alimentos y que su cayuco estaba a punto de naufragar cuando llegaron las patrulleras de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo alertadas por el mercante. Estas ni siquiera pudieron remolcar a puerto a la patera y se vieron obligados a evacuarla porque el agua ocupaba tres cuartas partes de su interior. Las dos únicas mujeres y el niño que viajaban en la embarcación se hallaban en “buen estado”, según la Cruz Roja. Los demás habían cuidado de ellos incluso a costa de su vida.
Otra odisea similar vivieron los 91 subsaharianos que llegaron la noche del domingo a La Gomera. Según contó a Efe Papu, un estudiante de idiomas senegalés, los 91 habían partido de su país de origen 11 días atrás, pero los víveres se habían agotado al sexto día. Cuando se acercan a unas 20 millas de La Gomera se quedaron sin gasolina. La patera hacia aguas por todas partes. Se hundía. “Estábamos desesperados, así que construimos una balsa con chalecos y trapos amarrados con una soga y un voluntario se fue a buscar ayuda remando con brazos y piernas”. El héroe logró acercarse a cuatro millas de la costa de donde fue rescatado por Salvamento Marítimo y les llevó hasta sus compañeros.
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