Como aficionada al fútbol, siempre deseo que llegue el Mundial. Sin embargo, este año no tengo el mismo sentimiento que antaño. ¿Puede ser porque el país elegido sea Qatar? ¿Y por qué esto debe intranquilizarme? ¿Será porque la temperatura media allí en verano sea de 45 grados y por eso han tenido que mover la fecha de comienzo a finales de noviembre, interrumpiendo la mayoría de las ligas del mundo con los problemas que esto va a acarrear a los equipos, los jugadores y al público? ¿Es posible que hayan tenido que morir más de 6.000 trabajadores, en su mayoría inmigrantes, con unos sueldos miserables construyendo los nuevos estadios? ¿O puede ser que el país sea una monarquía absoluta gobernada con un férreo control sobre sus ciudadanos? ¿Es justo que algunos futbolistas homosexuales tengan miedo de jugar allí o que el Gobierno británico haya advertido a sus ciudadanos gais de que no se comporten como tales cuando vayan allí? ¿Realmente, esto es un ambiente apropiado para unas competiciones que deben fomentar la cercanía entre países y el juego limpio? Yo me temo que no.