Francia no repetirá el «error» español de la regularización masiva de inmigrantes
Sarkozy sólo dará papeles al 30% de los extranjeros con hijos escolarizados
El Correo, 25-07-2006FERNANDO ITURRIBARRÍA/CORRESPONSAL. PARÍS
El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, descartó ayer de plano incurrir en el «error» de las regularizaciones masivas de inmigrantes practicadas últimamente por la izquierda en España e Italia por considerarlas un «fracaso» y una vía «ineficaz». El líder conservador, ‘número dos’ del Gobierno, adelantó que sólo concederá papeles al 30% de los extranjeros con hijos escolarizados, lo que representa unas 6.000 personas de los 20.000 aspirantes previstos.
«No habrá regularización global en Francia», proclamó con tono solemne Sarkozy antes de reunirse con todos los prefectos (delegados del Gobierno) del país para impartirles la consigna de «firmeza y humanidad» en la aplicación de la política de extranjería. «Cuanto más se regulariza en masa, más se atrae a las redes que explotan la miseria humana», enunció convencido de que las operaciones de papeles para todos provocan un ‘efecto llamada’ que empeora la situación.
Sin olvidar el recordatorio de las cuatro regularizaciones masivas realizadas en los últimos 20 años en Francia, Sarkozy trajo a colación los casos español e italiano en defensa de sus tesis restrictivas con el matiz de que han pasado de ser países de emigración a serlo de inmigración. De España dijo que entre 2000 y 2004 se regularizó a un millón de clandestinos, pero el Gobierno tuvo que admitir a otros 560.000 en el primer semestre de 2005. En cuanto a Italia, indicó que otorgó papeles a un millón entre 2002 y 2003 y ahora lo va a hacer con otro medio millón adicional.
Obsesionado con rebañar votos de todos los sectores en las presidenciales de 2007, Sarkozy se presentó como un mandatario ecuánime entre los extremistas de uno u otro signo que pretenden regularizar o expulsar a todos los extranjeros. «No habrá caza de niños», prometió ante la fuerte movilización ciudadana contra el riesgo de expulsiones de familias con hijos en las escuelas francesas. Pero reiteró que los extranjeros que no tengan permiso de residencia serán expulsados y, al mismo tiempo, descartó suprimir el derecho a la escolaridad de los hijos de los clandestinos.
El ministro puntualizó que los criterios de regularización fijados en una circular emitida a mediados de junio son «acumulativos». Es decir, los aspirantes deben cumplirlos todos: vivir en Francia desde hace al menos dos años, tener un hijo menor de 13 años matriculado desde el curso 2005 – 06, probar que los niños no tienen vínculos con el país del que son oriundos, mostrar que contribuyen a su educación y manifestar una «real voluntad de integración» mediante el dominio del francés o la buena conducta.
Cifras fantasiosas
La subjetividad en la apreciación de algunas condiciones deja en manos de las autoridades el tamaño de la criba. Los colectivos cívicos y la oposición de izquierda consideran las estimaciones oficiales muy por debajo de la realidad. «El calor ha bloqueado probablemente las calculadoras de Interior pues sus cifras son totalmente fantasiosas», ironizó el Partido Socialista, que calcula unos 40.000 candidatos a la regularización, el doble que el Gobierno.
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