Una oleada de 370 inmigrantes deja dos subsaharianos muertos de frío en Canarias

Los 48 ocupantes de su patera, interceptada cuando estaba a punto de hundirse, pasaron al menos cuatro jornadas sin agua ni comida El Gobierno niega que Marruecos haya incumplido sus «obligaciones»

El Correo, 25-07-2006

La inmigración ilegal a Canarias está mostrando en los últimos días su cara más brutal. Dos pasajeros de un cayuco llegado ayer al archipiélago no soportaron la extrema dureza de la travesía y fallecieron de frío en algún momento del recorrido. Sus 46 compañeros arribaron tremendamente debilitados por las penalidades del viaje, hasta el punto de que doce han sido hospitalizados por hipotermia, uno de ellos con pronóstico muy grave. En total, 370 ‘sin papeles’ alcanzaron territorio español durante la jornada de ayer.

El cayuco fue avistado por la tripulación de un buque mercante a las cuatro de la madrugada, cuando navegaba a unas diez millas de Arguineguín, en Gran Canaria. Dos patrulleras partieron en su busca y lo localizaron a las 5.15 horas, cuando ya estaba casi lleno de agua y a punto de hundirse. Según un coordinador de Cruz Roja, los subsaharianos llevaban diez días en la mar y no habían comido ni bebido en los últimos cuatro o cinco. Además, sus cuerpos presentaban múltiples magulladuras a causa de los vaivenes del oleaje. Entre los pasajeros figuraba un niño de 3 años, cuyo estado de salud era bueno.

La muerte de dos integrantes de esta expedición se suma a las ocurridas en días anteriores: el martes pasado, falleció un bebé que llegó en una patera a Fuerteventura, y desde el viernes han perdido la vida tres ocupantes de un cayuco que arribó a Tenerife. SOS Racismo criticó ayer que la «externalización» del control fronterizo a países como Marruecos o Mauritania obligue a los clandestinos a asumir mayores riesgos y zarpar desde Senegal, Cabo Verde o Guinea Bissau, con el correspondiente incremento en el número de víctimas mortales.

De hecho, los 91 ocupantes de un cayuco interceptado a última hora del domingo cerca de La Gomera también bordearon la tragedia. Uno de ellos, Pepu, relató ayer a Efe que llevaban cinco días sin comer y tres bebiendo agua de mar, además de haberse quedado sin combustible. «Estábamos desesperados – explicó – , así que decidimos construir una balsa con chalecos y trapos amarrados con una soga y un voluntario se fue remando con brazos y piernas a buscar ayuda. Fue un héroe». Este hombre fue localizado por la patrullera que acudía a socorrer a sus compañeros.

Además de las dos pateras mencionadas, por la mañana desembarcaron en Las Palmas los 90 subsaharianos rescatados el sábado a 80 millas de Marruecos por el buque hospital ‘Esperanza del Mar’. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, puntualizó que «no es correcto» decir que el país norteafricano «no cumplió sus obligaciones», ya que «de acuerdo con los términos del convenio las obligaciones eran nuestras». También fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores atajaron las comparaciones con el caso maltés, con el argumento de que «no había lugar» a gestiones con Marruecos o Mauritania al no conocerse la nacionalidad de los inmigrantes.

En Alborán

Otras tres pateras completan la nueva oleada de inmigrantes. A las 7.45 horas, dos patrulleras interceptaron una barca con 32 magrebíes a una milla de la playa del aeropuerto de Almería. Otro grupo, compuesto por 64 personas, fue localizado en las proximidades de la isla de Alborán y trasladado a la localidad granadina de Motril. Y, finalmente, un último cayuco con 45 ocupantes fue avistado por la mañana a 60 millas de Arguineguín y llegó a puerto por la tarde.

La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, aseguró que la llegada por mar de inmigrantes clandestinos se ha reducido desde mayo. «Ha habido un descenso – declaró – , pese a que el verano es una buena época para quienes trafican con seres humanos».

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