Aunque el ministro del Interior español insiste en que no tiene intención de dimitir, su posición es cada vez más precaria, sobre todo después de que la Fiscalía haya pedido que entregue todas las imágenes de la actuación de la Guardia Civil en junio en Melilla, que se saldó con la muerte de al menos 24 personas. La versión de Marlaska apenas se sostiene y todos los focos le apuntan a él.

Fernando Grande-Marlaska, atiende a los medios el martes el Congreso. (A. PÉREZ MECA | EUROPA PRESS)

Seguir leyendo con suscripción