Una juez de Málaga decretó ayer prisión para tres policías detenidos bajo la acusación de supuestos abusos sexuales a mujeres inmigrantes de un centro de internamiento. Aunque es imprescindible recordar que los agentes tienen derecho a la presunción de inocencia, si las denuncias se probaran estaríamos, como bien dijo el SUP, ante auténticos «desalmados». Hay que recordar, no obstante, que hace años un policía de ese mismo centro de internamiento fue condenado por «vejaciones sexuales» sobre una ciudadana brasileña. Y también que los sindicatos policiales habían denunciado ante los responsables de la Policía «disfunciones» en el centro, por lo que habían pedido que fueran mujeres policías las que atendieran el servicio. Lo que de ninguna manera resulta tolerable es que tanto el SUP como la UPF aludan, como lo han hecho, a que las internas provocaban a los agentes que las custodiaban.