Suecia
El parlamento sueco vota un gobierno conservador con apoyo externo de los nacional-populistas
El acuerdo entre las cuatro fuerzas políticas, que suma a conservadores, liberales y demócratas cristianos con el apoyo externo de Demócratas de Suecia, incluye el endurecimiento de la política de inmigración y la lucha contra la delincuencia
ABC, , 17-10-2022«El cambio no solo es necesario, sino también posible», ha defendido en el parlamento sueco el líder del grupo conservador, Tobias Billström, encargado de argumentar la investidura del moderado Ulf Kristersson como nuevo jefe de gobierno al frente de una coalición en minoría y que constará desde el exterior y para asuntos puntuales con el apoyo del partido de extrema derecha SD.
Billström ha insistido en que Suecia necesita un primer ministro para «unir y no para dividir», antes de proceder a la votación, en la que Kristerson ha recibido 176 votos a favor y 173 en contra. El Partido Socialdemócrata, en el poder las dos pasadas legislaturas, ha estado representado en el debate por Lena Hallengren, jefa del grupo parlamentario y que se ha centrado en la calidad de «débil» y liderado «en gran medida» por el SD del incipiente gobierno.
Apoyo externo
El acuerdo entre las cuatro fuerzas políticas, que suma a conservadores, liberales y demócratas cristianos con el apoyo externo de Demócratas de Suecia), incluye el endurecimiento de la política de inmigración y la lucha contra la delincuencia, así como un impulso a la energía nuclear y un recorte de la ayuda al desarrollo. El líder del SD, Jimmie Åkesson, ha reconocido que su partido hubiera preferido formar parte de un ejecutivo mayoritario, pero que ha obtenido una influencia política «significativa» en el acuerdo y que «es como si estuviéramos en el Gobierno». Su mayor satisfacción es haber logrado el tabú que durante décadas ha supuesto la colaboración política con los nacional-populistas Demócratas de Suecia, un cambio que ha propiciado la creciente violencia en las calles suecas debido al crimen organizado y las bandas rivales.
«Los suecos quieren seguridad por delante de todo lo demás, se dieron cuenta de que el crimen organizado que ha plagado su país se acerca inquietantemente a la realidad de sus propias vidas, ante la aparente impotencia de los políticos y la policía», dice el politólogo de Estocolmo Karl Loxbo, «nadie dice esto abiertamente, pero los crímenes a menudo giran en torno a tiroteos entre bandas de inmigrantes».
Ecos trumpistas
Åkesson, que ha jugado un papel importante en el auge de su partido desde mediados de los noventa y que ha hecho una campaña electoral con el eslogan trumpesco ‘Sverige skal bli bra igen’ («Suecia debería recuperarse»), se beneficia sin embargo más de su posición fuera del gobierno que de la membresía en la coalición, porque se caracteriza por los ataques a los «malos políticos» y podrá permitirse seguir criticándolos desde su semioposición y desde el puesto de segundo partido más votado en las pasadas elecciones, por delante incluso que el de Kristersson.
Åkesson vende que los Demócratas Suecos tienen ahora las riendas en sus manos y asegura que impulsarán un endurecimiento radical de la política de inmigración de Suecia. «Es crucial para nosotros que un cambio de poder también conduzca a un cambio de paradigma», ha declarado Åkesson, en referencia a un límite claro a la inmigración y penas más duras para los delincuentes jóvenes, que figuran en el acuerdo de gobierno como concesiones de los otros tres partidos con la condición de evitar que SD se haga cargo de ministerios del gobierno. Pero, como afirma Åkesson: «Estamos en esto como si fuéramos un partido de gobierno».
Desde su ingreso al Reichstag en 2010, los Demócratas Suecos también se han beneficiado de las fallas y defectos de los partidos establecidos. Åkesson los acusa de políticas de integración fallidas y persecución penal negligente. El número de clanes criminales ha aumentado significativamente y en 2021 murieron en promedio una persona cada semana por esta causa. La prensa sueca afirma que unos 350 grupos de crimen organizado están activos en el país. La policía tiene una escasez crónica de personal y las consecuencias legales para los delincuentes jóvenes han sido mínimas durante muchos años.
En 2021, el gobierno socialdemócrata presentó un plan para detener la espiral de violencia, pero para entonces la situación estaba ya fuera de control. «La policía resuelve quizás uno de cada diez asesinatos, no tienen un buen historial», insiste Loxbo, «y el fracaso del gobierno y de los investigadores ha sido una bendición para los Demócratas de Suecia, aunque ahora tienen que demostrar que son capaces de recuperar ese control». «Ahora vamos a compensar a Suecia», ha prometido hoy en el parlamento, mientras Kristersson suena un poco más prudente: «Los problemas son tan grandes que tomará tiempo solucionarlos».
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