Marruecos se exculpa de las muertes en la valla porque Melilla es «presidio ocupado»

Rabat asegura ante la ONU que no existen fronteras terrestres con España en un nuevo desafío a la soberanía de las ciudades autónomas

Diario Vasco, ANDER AZPIROZ, 14-10-2022

Marruecos sostiene ante la ONU que «Melilla es un presidio ocupado» y, no solo eso, que no tiene «fronteras terrestres» con España, lo que viene a constatar, una vez más desde hace más de un siglo, que el reino alauí no reconoce la soberanía española de esta ciudad autónoma y de la de Ceuta. «El Reino de Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España y Melilla sigue siendo un presidio ocupado y por este motivo, no se puede hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso», resumen las autoridades del país vecino en su alegato ante la ONU.

Sea como fuere, el mensaje de Rabat esconde varias trampas. La primera es que esta carta se envió como respuesta a un requerimiento de la ONU para esclarecer la muerte el pasado 24 de junio de 23 migrantes que trataban de saltar la valla de la frontera de Melilla. Según las autopsias de las autoridades marroquíes, las víctimas fallecieron por asfixia a causa de aplastamiento cuando la policía trataba de disolverlas. Las imágenes difundidas, no obstante, dan pie a las acusaciones de distintas ONG que alegan que se hizo «un uso excesivo y letal de la fuerza» por parte de las cuerpos de seguridad del país vecino. «Las imágenes son las que son y se vio como se golpeaba a las víctimas» señala Carlos Arce, uno de los responsables de la ONG Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). «Que lo llamen como quieran, pero la realidad es que ahí existe una aduana y una frontera», añade Arce.

Pese a las intenciones de Marruecos de desentenderse de la tragedia en la valla de Melilla, sus duras palabras no dejan de sorprender en el Gobierno de España. Pedro Sánchez abandonó la histórica neutralidad en el conflicto del Sáhara, la antigua colonia que el reino alauí se anexionó de forma unilateral tras la retirada española en 1976 y aún con la dictadura franquista en vigor. Desde entonces, saharauis y marroquíes mantienen una guerra larvada que se prolonga ya casi por medio siglo.

El conflicto del Sáhara
Esta nueva proclama ultranacionalista de Rabat, plasmada en la misiva a Naciones Unidas y a la que tuvo acceso Europa Press, llega meses después de que España y Marruecos recondujeran sus pauperrimas relaciones diplomáticas, y cuyo paso previo requirió el inesperado anuncio por el que Sánchez reconoció que la salida al conflicto saharaui significa la autonomía «como la base más seria, realista y creíble para la resolución del contencioso». Se trata, en esencia, de la postura defendida desde hace décadas por Naciones Unidas, pero también la que ha abrazado Rabat en los últimos tiempos y que, en ningún caso según Marruecos, supondría una pérdida de su férreo control sobre la excolonia española.

La justificación de este giro radical por parte de Moncloa se argumenta en la recuperación de la normalidad diplomática, el control del flujo de la inmigración irregular desde el África subsahariana a las fronteras de la UE y la supuesta renuncia del reino alauí a la reclamación de Ceuta y Melilla.

El mensaje de Marruecos apenas tardó en tener eco en la política nacional. En el debate celebrado ayer en el Congreso sobre medidas energéticas, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, exigió a Sánchez defender la «frontera hispano-marroquí». «Ceuta y Melilla son España, punto», zanjó el presidente del Gobierno.

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