Asociaciones que ayudan a ucranianos en Gipuzkoa recelan sobre la posible acogida a rusos
«Nos está costando cubrir las necesidades de los refugiados llegados desde Ucrania y no nos parecería justo poner a ambos al mismo nivel», avisan ante una hipotética llegada
Diario Vasco, , 29-09-2022La movilización parcial de 300.000 reservistas decretada por Vladimir Putin hace una semana en Rusia ha generado mucho nerviosismo entre la población rusa susceptible de ser reclutada para intervenir en la guerra de Ucrania. Cientos de miles de ciudadanos han abandonado el país y otros muchos se plantean hacerlo. Tal y como informó este miércoles este periódico, medio centenar de rusos ya se ha puesto en contacto con compatriotas suyos y ciudadanos ucranianos que residen en Euskadi para tantear una posible acogida si deciden dejar su país, aunque varias asociaciones guipuzcoanas que se han destacado en los últimos siete meses por su ayuda a los refugiados ucranianos recelan de mezclar ambas acogidas. Primero, porque actualmente ya están teniendo problemas para atender en condiciones a los cerca de 1.500 ucranianos que han pedido protección internacional en Gipuzkoa –más de 3.500 en Euskadi– y, segundo, porque mezclar ambas acogidas podría ser un foco de «problemas» entre dos nacionalidades que en los últimos meses han roto casi todos sus lazos afectivos.
La asociación Ukrania SOS, con sede en Bilbao, ha recibido en los últimos días más de medio centenar de llamadas de ciudadanos rusos que quieren llegar hasta el País Vasco. Sin embargo, la Dirección de Migración y Asilo del Gobierno Vasco asegura que no le «consta» que ningún ruso haya solicitado algún tipo de asistencia. Por su parte, desde la Delegación del Gobierno en Euskadi señalan que en las comisarías de la Policía Nacional –que es donde los ciudadanos ucranianos tramitan la protección internacional– «no hay constancia de ninguna llegada fuera de lo normal» de ciudadanos rusos.
Tampoco en las asociaciones radicadas en Gipuzkoa que llevan meses ofreciendo ayuda a los refugiados ucranianos, en ocasiones formadas por ciudadanos de aquel país que llevan años radicados en el territorio, han recibido ninguna solicitud directa de ciudadanos rusos para ser acogidos en Euskadi. Y advierten de que tampoco serían muy bien recibidas. La más clara en este sentido es Valentina Zaichenko, integrante de la asociación Ucrania-Euskadi, que señala que «difícilmente podríamos ayudar a ciudadanos rusos que pudieran llegar a Euskadi cuando nos está costando atender a todos los ucranianos que han venido aquí escapando de las bombas y la muerte». Además, considera que «no sería justo definir a los rusos que ahora deciden dejar su país como refugiados de guerra, porque mientras los ucranianos huyen de una invasión, los rusos lo que quieren es evitar ser reclutados. Pero hasta ahora guardaban silencio o incluso jaleaban a Putin».
«Mientras los ucranianos huyen de una invasión, los rusos ahora quieren salir de su país para evitar ser reclutados. Es diferente»
VALENTINA ZAICHENKO | ASOCIACIÓN UCRANIA-EUSKADI
Zaichenko avanza que juntar en el mismo espacio a ciudadanos de ambas nacionalidades podría suponer «un problema», ya que generaría «indignación» en muchos refugiados ucranianos que se han sentido atacados por el Ejército ruso y que «han visto que una mayoría de la sociedad rusa cargaba contra ellos».
Natalya Mykhaylevska, también miembro de la asociación Ucrania-Euskadi, no tiene intención de ayudar a ciudadanos rusos que lleguen a Euskadi. «No hemos recibido ninguna petición porque hace meses que ni siquiera mantengo comunicación con familiares que tenía en Rusia, que me llamaban mentirosa por decir que había una guerra. La verdad es que ya me dan igual los rusos», dice con resignación.
En la red de voluntarios de Irun que se movilizó para acoger a ucranianos tampoco han recibido ninguna petición por parte de ciudadanos rusos. «Nadie sabe nada, con nosotros o con los ucranianos que hemos traído no ha contactado ningún ruso», apunta Andrea.
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