Los inmigrantes rescatados en Malta llegan a Madrid tras siete días hacinados en alta mar

España acogerá hasta su repatriación a 18 de los 43 'sin papeles', y el resto se repartirán entre Italia, Malta, Andorra y una delegación de ACNUR El Gobierno estudia conceder ayuda al pesquero por las pérdidas sufridas

Diario Sur, 22-07-2006

Cuarenta y tres de los 51 inmigrantes rescatados por el pesquero ‘Francisco y Catalina’ llegaron anoche a Madrid a bordo de dos aviones fletados por el Ministerio de Defensa tras unas arduas negociaciones entre los gobiernos español y maltés para poner fin al bloqueo del navío anclado a quince millas del puerto de La Valetta. Finalmente, España acogerá a 18 de los ‘sin papeles’ que han tenido que permanecer hacinados en la embarcación durante siete días a la espera de que las negociaciones llegasen a buen puerto. Italia se hará cargo de otros diez; Andorra, de cinco; y de otros diez se responsabilizará la delegación de ACNUR en España, ya que Libia se negó a su acogida. Los ocho náufragos restantes se quedaron en Malta.

Poco antes de las tres de la tarde el navío llegó al puerto de la capital maltesa después de que las autoridades de ese país autorizasen el atraque. Acompañado en todo momento por una patrullera que estuvo vigilando sus movimientos desde que recogió a los inmigrantes hace casi una semana, la nave entró en el fondeadero con gestos de emoción de la tripulación y los ‘sin papeles’. La llegada, prevista inicialmente para la mañana del jueves, se retrasó porque las autoridades maltesas exigieron que hasta que los aviones no hubiesen llegado no autorizarían el desembarco. Una vez que los aparatos tomaron tierra en la tarde del jueves, los marineros recibieron la orden de poner rumbo al puerto. Sin embargo, quince minutos después, el barco fue obligado a regresar ante el desconcierto y el desánimo de los afectados.

Tensión

La escasez de víveres y el calor añadieron tensión a la larga espera. Los diez miembros de la tripulación llevaban siete días conviviendo con los 48 inmigrantes – tres habían sido trasladados a un hospital por su estado de salud – en apenas 50 metros cuadrados. La embajadora española en Malta, Marta Vilardel, en un intento de tranquilizar la situación, llamó a los tripulantes del ‘Francisco y Catalina’ para informar al capitán de que había surgido «un pequeño problema con Libia»: el país magrebí no quería a los diez eritreos que se comprometió.

El barco, que permaneció anclado en el mismo punto que los días anteriores, recibió a mediodía del viernes la orden definitiva. Aun con el recelo de revivir la situación del día anterior, encendieron los motores y enfilaron la proa rumbo a La Valetta.

Al llegar a puerto, las autoridades maltesas trasladaron a los subsaharianos en autobuses al aeropuerto, en el que esperaban los dos aviones fletados por el Gobierno español y partieron a Madrid. En total viajaron 43 ‘sin papeles’, pues ocho se quedaron en la isla.

El Gobierno, entretanto, decidió en la reunión del Consejo de Ministros conceder al armador y a la tripulación del pesquero la Medalla al Mérito Civil por su labor humanitaria. «Dejaron sus obligaciones profesionales durante días para salvar 51 vidas», dijo la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. Respecto a una posible indemnización, adelantó que el Ministerio de Agricultura y Pesca va a estudiar «la posibilidad de darles ayudas para compensar las pérdidas que hayan podido sufrir por su gesto solidario».

La número dos del Ejecutivo declaró que el acuerdo final había tenido «complicaciones». Las gestiones se llevaron a cabo «en coordinación con la Comisión Europea y ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados)».

De la Vega hizo un llamamiento para afrontar este «desafío conjuntamente» y pidió a los países de la Unión Europea «buscar soluciones colectivas». «Era un barco europeo que llegó a un país europeo. La respuesta debía ser europea», sentenció en un tono que evidenció al malestar hacia la actitud maltesa.

Reparto

Después de las ásperas negociaciones, el acuerdo final se cerró entre España, Andorra, Italia y ACNUR. España, que acogerá a 18 de los inmigrantes, gestionó el traslado de todos a Madrid para el posterior reparto a los demás países. La vicepresidenta aseguró que el Gobierno acelerará los trámites necesarios para que los ‘sin papeles’ lleguen lo antes posible a sus países de destino.

En Italia se quedarán diez; Andorra recibirá a otros cinco y ACNUR en España se hará cargo de los diez que iba a acoger Libia. Estos últimos serán trasladados con casi toda certeza a Holanda por el organismo internacional.

La mayoría de los 18 clandestinos que ha asumido España son de nacionalidad marroquí y, por tanto, serán devueltos a su país de origen en virtud del acuerdo bilateral para la repatriación de inmigrantes irregulares suscrito por ambos países.

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