PP y PSOE recrudecieron ayer su cruce de acusaciones a cuenta de los subsaharianos del Jardín Chino y los vuelos desde Canarias. Los populares volvieron a dibujar un panorama apocalíptico, e hicieron responsable a Zapatero de una, a su juicio, «situación límite». El PSOE, por su parte, lamentó «el uso de los inmigrantes como arma política» y tildó de racista la postura de los ediles Pepe Ros y Maruja Pelegrín.

La secretaria ejecutiva del Partido Popular de la Región, Ascensión Carreño, declaró que «estamos asistiendo a grandes y numerosos errores del PSOE en inmigración». A su juicio, «el Gobierno ha ido por libre al margen de la Unión Europea, por lo que es evidente el fracaso en política de inmigración». En este sentido, la secretaria del PP aseguró que «nos encontramos ante una situación de crisis migratoria que está provocando una alarma social; hoy España es un coladero, los centros están saturados».

Además, Carreño criticó «la regularización extraordinaria, que se puso en marcha antes de saber cómo y cuándo hacerla, lo que ha generando alarma social, despidos de inmigrantes ante el miedo a la denuncia, efecto llamada, fraude y nuevas actividades de las mafias en España». Carreño cargó también contra los vuelos desde Canarias a Murcia. «De los más de 2.600 inmigrantes que han entrado en la Región en estos dos últimos años, el Gobierno socialista sólo comunicó a la Comunidad la llegada de 139». La secretaria de Inmigración del PSRM – PSOE, Lola Hernández, dio la respuesta y criticó la «doble moral» del PP en el tema de la inmigración, «que utiliza como arma de confrontación política sin preocuparse, como en otros muchos temas, del interés general». Hernández tachó de «hipócrita» la actitud del PP, ya que, argumentó, «mientras Ramón Luis Valcárcel trata de ser la cara amable refiriéndose a la inmigración como los nuevos murcianos, su Gobierno utiliza este tema como elemento de confrontación política sin tener en cuenta que se trata de personas».

Al tiempo, censuró que por un lado «pongan la bolsa para recoger dinero de la Administración central para desarrollar sus propias competencias, como es la integración de inmigrantes y su inclusión social», y por otro lado «critiquen a quienes les aportan los recursos, es decir al Gobierno de España, en un alarde de incoherencia y deslealtad institucional», aseveró. En este sentido, la secretaria de Inmigración del PSOE recordó que mientras «José María Aznar sólo destinaba a la Región 400.000 euros anuales para inmigración, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ya destinó el año pasado 7,5 millones de euros y este año tiene previsto la cantidad de 11,1 millones». Hernández consideró que la decisión de la Consejería de Trabajo de no acoger de momento más inmigrantes «es una demostración de irresponsabilidad e insolidaridad, pues el convenio que está pendiente suscribir este año con la aportación de 11,1 millones tiene la acogida como cláusula fundamental para todas las Comunidades Autónomas».