A la falta de compromiso y de relevo generacional se les une la continua necesidad de nuevos voluntarios que tienen las ONG. Adinkide es una de las asociaciones a quien más le urge. «Se ha incrementado el número de personas mayores que necesitan apoyo y compañía a raíz de la pandemia», aseguran. De ahí que hagan un llamamiento a la sociedad a «recuperar la relación con este colectivo para crear lazos de amistad entre personas mayores y voluntarios y paliar la soledad no deseada a través del acompañamiento afectivo en domicilio, residencias o telefónico». En esa misma línea trabaja Nagusilan, que nació en el año 1995 y desde entonces se dedica a acompañar a personas mayores en situación de soledad no deseada y fomentar el envejecimiento activo.

Aunque las asociaciones de mayores son las que más necesidad de nuevas incorporaciones tienen en estos momentos, VOST Euskadi, Asociación de Voluntarios Digitales de Emergencias, es otra de las organizaciones que busca gente para «mejorar la comunicación de la información y seguridad de emergencias», así como «ayudar en la realización de contenido gráfico».

Las organizaciones que se dedican a ayudar a los migrantes también suelen necesitar colaboración. Tanto la red de acogida ciudadana como la asociación Jartokin Al-Nahda buscan gente que pueda impartir clases, entre otras cosas, de castellano. SOS Racismo Gipuzkoa, por su parte, necesita voluntarios para su programa de mentoría con personas refugiadas en Irun y Tolosa.

Quien esté interesado en ser voluntario y participar en este tipo de actividades puede encontrar más información en la página web de Gizalde, www.gizalde.eus.