El patrón dice que recordarán el rescate como algo «agradable, con el tiempo»

ABC, 22-07-2006

Tras despedirlos con lágrimas, el cocinero Valero fue trasladado al hospital con «tensión alta» y fatiga

ANA ANTOLÍN

ALICANTE. «Lo más bonito ha sido ver cómo se despedían de nosotros. Entre abrazos, con lágrimas en los ojos sin dejar de decirnos adiós con la manos…. se nos han saltado las lágrimas», relataba el cocinero del pesquero español, Jaime Valero, minutos después de desembarcar a los «sin papeles» en el puerto de La Valeta tras siete días de incertidumbre, ante la negativa de las autoridades maltesas a acoger a los 51 subsaharianos que rescataron de un cayuco a la deriva.

La conversación, que se produjo al mediodía de ayer, era una llamada tranquilizadora a la familia, minutos antes de ser trasladado al hospital con síntomas de fatiga y tensión alta. En concreto, Valero habló con su sobrina Pepi Irles, esposa, a su vez, del patrón del «Francisco y Catalina», José Durá , que desde el día 14 ha estado de «guardia permanente» en la Cofradía de pescadores de Santa Pola, según relató la propia Irles a ABC. Ésta afirmó sentirse liberada de una una acción humanitaria que «se ha llegado a convertir en una pesadilla».

El estrés de estas últimas jornadas, en las que los pescadores han compartido el barco, de 26 metros de eslora, con los 51 subsaharianos hacinados en la cubierta, terminó, finalmente, por pasar factura física al cocinero, que de elaborar diez comidas diarias – para la tripulación – tuvo que idear 61 menús en una cocina de apenas un metro.

El resto de la tripulación se encuentra bien, afirmó el patrón alicantino a ABC. Durá añadió que les echarán de menos y que, pese a la actitud del Gobierno de Malta, volvería a hacerlo. «El que diga que no, es que no tiene corazón. Lo hubiese hecho cualquier persona», afirmó.

Con vistas a lo que resta de campaña – no prevén adelantar su regreso y continuarán faenando hasta las fiestas de Santa Pola, en septiembre – , Durá espera que lo acontecido «quede como un recuerdo agradable y, quizás a ultima hora, de alegría».

Tanto el patrón como la tripulación agradecieron «el calor y el ánimo de toda España» que les ayudó a «aguantar el tipo» hasta el final. Reconoció, no obstante, que la última noche fue «la peor» tras autorizarles el jueves acercarse a tierra y, luego, impedírselo las autoridades de la isla. En esta tensa espera, «estuvimos viendo algunas de las películas de cine que llevamos para sobrellevar el largo tiempo que estamos en el mar».

Más paciencia

Ayer también vivieron momentos de desolación cuando, de nuevo, se les dio la orden de ir a puerto y, luego, la contraria por «algún problema que el cónsul no me explicó. Nos pidió un poco más de paciencia». Finalmente, a las 12.40 de ayer, las autoridades maltesas dieron su permiso y se acercaron al puerto militar para dejar, «con verdadera lástima», a los «sin papeles». Tras la angustia vivida, los pescadores intentaban volver a la normalidad, lo que ayudó la autorización de Malta para que «Francisco Catalana» (así llamado por los malteses) se trasladara a puerto. Los pescadores comenzaron las labores de intendencia para tener todo a punto y retornar a aguas de Libia, donde avistaron el cayuco mientras faenaban.

Tripulación y familiares desconocían el importe de las ayudas que aprobó ayer el Gobierno valenciano, que les indemnizará los días perdidos por una cantidad similar a las de paro biológico; tampoco sabían nada de homenajes. Ante lo que se avecina, el patrón del pesquero acertó a decir: «Qué vergüenza, somos gente sencilla que hemos sacado fuerzas de dentro para atenderlos».

El pesquero reanudará la campaña y no regresará a Santa Pola hasta septiembre, como tenía previsto

LUCHA CONTRA LA INMIGRACIÓN ILEGAL LOS «SIN PAPELES» DEL PESQUERO DE MALTA

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)