Un total de 3.500 ucranianos habían tramitado hasta el pasado 29 de julio la protección internacional en las comisarías de Euskadi, lo que les permite entrar legalmente en la Unión Europea y obtener un permiso de residencia y trabajo. Esta cantidad indica el número de personas que han realizado el trámite desde que comenzó la invasión rusa, pero es engañosa ya que solo una cuarta parte de ellas (900) siguen en el País Vasco. El resto ha optado por regresar a Ucrania o desplazarse a otros países. A medida que han ido pasando los meses han venido menos refugiados y, además, se han ido yendo de Euskadi en un goteo constante de unos 30 o 40 al día.

Las peticiones de protección internacional temporal fueron numerosas durante los primeros meses de la guerra, pero con el paso del tiempo han ido disminuyendo. De marzo a mayo, 3.060 ucranianos la solicitaron en el País Vasco. A partir del pasado mes de junio fueron 368 y en todo julio solo doce personas hicieron ese trámite.

El motivo de que una buena parte de los ucranianos haya abandonado Euskadi no es solo uno sino que depende de las circunstancias personales de cada uno de ellos. Se marchan, en primer lugar, porque aquí no encuentran trabajo y la ayuda que ofrece el Gobierno Vasco no les resulta suficiente para cubrir sus necesidades aquí y las de los suyos en Ucrania.

Tarjeta sanitaria
También se van del País Vasco porque no han logrado integrarse debido a la diferencia de costumbres o las dificultades de comunicación a causa del idioma, o porque los suyos les han presionado para que regresen. Además, también están aquellos a los que la Comisión española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha encontrado «alojamiento de emergencia» en otra comunidad autónoma y, pese a tener los hijos matriculados en colegios de aquí, aceptan el traslado para no quedarse fuera del sistema de acogida oficial.

Según los datos que ha facilitado recientemente el director de Inmigración del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, hasta el pasado 29 de julio 2.700 personas provenientes de Ucrania habían solicitado y ya tenían la tarjeta sanitaria que les otorga asistencia sanitaria en Euskadi. Además, el curso pasado se cerró con cerca de 780 niños ucranianos escolarizados en el sistema educativo y 411 en las EPAs (educación para adultos)

La falta de trabajo, y las diferentes costumbres e idiomas llevan a muchos refugiados a salir del País Vasco
Han sido hasta 1.300 los vascos que han ofrecido a UkraniaSOS su vivienda para esta causa. En este momento, la entidad ha comenzado a relevar a quienes han compartido sus hogares por aquellos que aún no habían tenido a ningún ucraniano en su casa, pero cuyo ofrecimiento seguía en pie. También hay novedades en las ayudas. El Ministerio ha anunciado 400 euros mensuales por familia para los desplazados que se encuentran fuera del sistema público de acogida. A este bono se sumarán 100 euros por menor a cargo. Esta cuantía será «incompatible» con la que ofrece el Gobierno Vasco, según ha avanzado el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales.