EL DRAMA DE LA INMIGRACION
Desarticulan una red que legalizó fraudulentamente a cientos de chinos
El Mundo, 22-07-2006Los Mossos d’Esquadra detuvieron a cinco presuntos integrantes de una red que podría haber legalizado a centenares de inmigrantes chinos mediante contratos de trabajos falsificados, la mayoría de ellos en talleres textiles de la comarca barcelonesa del Maresme.
Según informó ayer la Policía autonómica, a los detenidos – dos chinos y el resto españoles que regentaban una gestoría en Barcelona – se les aprehendieron 120.000 euros en efectivo y centenares de documentos de identidad falsos, aunque tenían capacidad para producir miles de ellos.
Los Mossos dieron con los presuntos responsables de la banda tras las denuncias presentadas en 2003 por una asociación de pequeñas y medianas empresas del sector textil, que alertó de la existencia de talleres ilegales de confección que empleaban a sin papeles en la comarca.
Los Mossos registraron tres de esos talleres, para lo que requirió los servicios de una intérprete de chino, A. H. L., que enseguida despertó sus sospechas porque parecía tener un interés personal en alguno de los talleres.
Después, los agentes descubrieron que la intérprete, principal implicada en la red, era la propietaria de varias empresas legales con las que contrataba fraudulentamente a inmigrantes chinos, y que algunos de los empleados a los que había dado de alta eran los responsables de talleres situados en Mataró.
La investigación culminó con la localización de una gestoría de Barcelona que se encargaba de expedir empadronamientos, altas y bajas de la Seguridad Social, contratos de trabajo y nóminas. La banda cobraba 2.000 euros por falsificar un contrato de trabajo, 200 por una alta en la Seguridad Social y 100 por un empadronamiento.
Registros
El Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró ordenó esta semana el registro de cinco domicilios y locales de Barcelona, donde se encontró numerosa documentación que incrimina a los miembros de la red.
Tras las detenciones, el juez ordenó el ingreso en prisión de A. H. L., de 44 años, como presunta responsable de la red, y dejó en libertad con cargos a su ayudante, Y. F., china de 39 años, y a los españoles encargados de la gestoría M. A. L., E. B. P. y R. G. R.
Paralelamente, la Policía autonómica llevó a cabo siete inspecciones administrativas en locales y comercios regentados por ciudadanos chinos en Barcelona, Mataró, Calella y Santa Coloma de Gramenet y, en uno de ellos, descubrió un taller clandestino de confección donde siete personas eran explotadas. El responsable del taller, el español de 46 años J. G. P., fue detenido por un delito contra los derechos de los trabajadores.
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