EL DRAMA DE LA INMIGRACION / El fin de la odisea

España recibe a 29 inmigrantes del pesquero y no descarta que soliciten el asilo político

El Mundo, 22-07-2006

Fueron recogidos por dos aviones de la Fuerza Aérea, tras casi siete días de espera frente a La Valeta De los 51, Malta acepta 5; Italia, 12; Andorra, 5; España, 19 y Acnur se hace cargo de los 10 restantes La odisea vivida por el pesquero español Francisco y Catalina, que el pasado día 14 rescató un cayuco a la deriva en aguas libias a 51 inmigrantes africanos, tocó ayer a su fin.


Finalmente, las gestiones de las autoridades españolas y de la Comisión Europea dieron como fruto un acuerdo de distribución de los sin papeles por varios países entre los que no se encuentra Libia, una nación que no ha suscrito la Convención Internacional de Atención a los Refugiados, de 1951, y que, por indicación de Acnur (Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados), no ofrecía las suficientes garantías de acogida.


España ha aceptado a 29 de los 51, aunque de esta cifra 10 quedarán a cargo de Acnur. Ninguno de los inmigrantes que han llegado a España es de nacionalidad marroquí, como se preveía al principio. Las autoridades no descartan que los que han llegado a nuestro territorio soliciten asilo político.


Los inmigrantes fueron autorizados a desembarcar del pesquero ayer a mediodía, cuando las autoridades de Malta tuvieron constancia definitiva de que 46 de los 51 subirían inmediatamente a dos aviones de la Fuerza Aérea Española. Malta finalmente ha aceptado acoger a cinco de ellos (cuatro marroquíes y un paquistaní) y no a ocho, como se anunció en un primer momento.


El reparto de los demás fue el siguiente: 12 se quedan en Italia; Andorra acoge a cinco; España a 19 y Acnur se hace cargo de los 10 restantes, que debían haber sido enviados a Libia.


Los dos aviones españoles que recogieron a los inmigrantes en La Valeta a primera hora de la tarde hicieron recorridos distintos: el primero, con 25 personas a bordo, hizo una escala en Italia, donde desembarcó a 12, todos ellos eritreos, y después voló hacia Madrid con 13 personas, eritreas también. El segundo aparato, con 21 inmigrantes, se dirigió a Barcelona, donde desembarcaron los cinco que acepta Andorra (eritreos). A continuación, voló a Madrid, donde descendieron otros 16 (14 de ellos eritreos y dos etíopes).


Las 29 personas llegaron anoche al aeropuerto madrileño de Torrejón de Ardoz, desde donde estaba previsto su traslado a los centros de Internamiento de Extranjeros asignados. El hecho de que todas sean originarias de una región en conflicto hace prever al Ministerio del Interior que solicitarán asilo político.


La oficina en Madrid del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado colaborarán con el Gobierno a lo largo de la próxima semana para analizar la situación de los inmigrantes y determinar sus peticiones de asilo.


El responsable de la oficina madrileña de Acnur, Agni Castro Pita, calificó ayer de «excelente» la gestión realizada por las autoridades españolas para resolver una crisis que ha topado con múltiples obstáculos.


Los problemas planteados en relación con Libia – en la noche del jueves las autoridades de Trípoli no se mostraban dispuestas a dar permiso de vuelo y aterrizaje al avión que debía transportar a 10 de los inmigrantes – , unidos a la negativa rotunda a permitir el desembarco de los rescatados, que durante casi una semana han mantenido las autoridades maltesas, han dejado mal sabor de boca – que se expresa de forma oficiosa – en el Ministerio de Asuntos Exteriores y en el seno de la propia Comisión Europea.


El comisario de Seguridad, Franco Frattini, ha anunciado que planteará el incidente del pesquero el próximo lunes en la reunión que los ministros de Justicia e Interior de la UE celebrarán en Bruselas. La Comisión Europea ha financiado el coste de los vuelos necesarios para trasladar a los diferentes países a los inmigrantes.


Un portavoz del Ejecutivo comunitario recalcó ayer que «la inmigración ilegal es un gran problema para todos los países europeos», que deben trabajar conjuntamente para encontrar «la mejor solución posible».


El propio Frattini precisó que la odisea padecida en este caso es un «importante precedente para desarrollar en el futuro la solidaridad y cooperación entre los estados miembros en materia de inmigración ilegal».


El comisario europeo también destacó «el valor y la generosidad de la tripulación española del pesquero Francisco y Catalina, que no ha dudado», dijo, «en suspender sus actividades para salvar vidas humanas en peligro, lo que es un ejemplo de solidaridad».

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