Gesta solidaria

La Vanguardia, 21-07-2006

SOBRE José Durá, el patrón del pesquero español Francisco y Catalina,que salvó de una muerte prácticamente segura a medio centenar de inmigrantes subsaharianos que estaban a la deriva en las inmediaciones de la isla de Malta, llueven ahora los reconocimientos.

Sin embargo, todo el incidente deja un regusto amargo. Durante seis interminables días y empezando por las autoridades maltesas, nadie quiso hacerse cargo de los náufragos y sólo la notoriedad internacional que ha alcanzado el incidente ha permitido que ayer, finalmente, cinco países – España, Italia, Malta, Libia y Andorra- accedieran a acogerlos. La gesta tiene dos nombres propios, el del citado José Durá y el de la embajadora española en Malta, Marta Vilardell, sin cuyas eficaces gestiones no se habría podido persuadir a la comunidad internacional para pasar a la acción.

Y, con la mano en el corazón y en vista de la parsimonia de la reacción internacional, no es muy probable que los patrones que se encuentren en el futuro con una situación similar vuelvan a seguir las leyes solidarias del mar. Es indudablemente más fácil no cambiar el rumbo y que esos inmigrantes pasen a engrosar la macabra estadística de los que se lanzan al mar porque no tienen prácticamente nada que perder.

Dicho esto, es urgente que la Unión Europea se dote de unas normas eficaces, solidarias y homogéneas para afrontar el problema. Lo fácil es cargar contra las autoridades maltesas, pero a Dinamarca, Austria o Luxemburgo, por poner unos cuantos ejemplos de países tan comunitarios como Malta, nunca llegarán físicamente las pateras y, sin embargo, deberían estar interesados como el que más en una solución.

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