Y. N.

Diario Sur, 21-07-2006

TIENE 20 años y nació en Tetuán. Lleva tres meses en España de forma irregular, buscando una vida mejor, buscándose al menos la vida. Llegó de Marruecos lleno de sueños y regresa a su país muerto de hambre. Su nombre se queda en unas siglas: Y. N., las que ha dado la Policía Local de Marbella. Y. N. acudió a las 9.00 horas del miércoles a la Jefatura de la Policía y se acercó a los dos agentes que custodiaban la puerta. Les comunicó que era marroquí, sin papeles. «Quiero ser detenido, quiero marcharme a mi país porque no encuentro medios para sobrevivir y no sirvo para delinquir», relató Y. N. a unos agentes sacudidos por el asombro. Una llamada de auxilio seguía a un espejismo ya borrado.

El reloj marca las mismas horas para distintas vidas. En ese momento, en esa ciudad, otros agentes con menos asombro detenían al ex alcalde de Marbella Julián Muñoz. Un nuevo paso en la larga operación que destapa a los malayos, que descubre las alcantarillas, las pozas de las comisiones, de los chanchullos, del golpe perfecto, del enriquecimiento rápido y fácil. La política del saqueo. El cargo público con suculento botín.

Marbella, la ciudad con más alcaldes y concejales en la cárcel. Julián Muñoz, el regidor con más asuntos pendientes con la justicia. El municipio con más convenios urbanísticos, con más constructores detenidos. Ahí va a caer Y. N. con su sueño y con su hambre. Por los calabozos de Marbella ha pasado este verano un hombre ya sin sueños que no sabe delinquir.

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