REDACCIÓN/VALENCIA

Malta volvió a retrasar a última hora de ayer la entrada a puerto del barco de Santa Pola con 48 inmigrantes a bordo. Tras autorizar su atraque a media tarde, revocó el permiso hasta la llegada de los dos aviones enviados por España. Su amarre, al cierre de esta edición, estaba previsto para la medianoche. De la euforia al desconcierto. A media tarde de ayer el Gobierno de Malta autorizó la entrada en el puerto de La Valeta del pesquero de Santa Pola Francisco y Catalina con 48 inmigrantes a bordo tras haber estado todo el día a la espera a 12 millas de la costa.

Pero al cuarto de hora llegó la contraorden y el pesquero tuvo que volver a esperar a una distancia de 12 millas de la costa. Al parecer, el Gobierno de Malta no pensaba autorizar el atraque hasta que no llegaran los dos aviones enviados por España para repatriar a los inmigrantes.

Al cierre de esta edición, el pesquero tenía previsto llegar a puerto pasada la medianoche una vez que los aviones enviados por España aterrizaran en Malta (prevista para las diez de la noche), momento en el que el Gobierno maltés autorizaría la entrada del Francisco y Catalina.

Dieciocho inmigrantes

El patrón de la nave, José Roldán, indicó que la tripulación se mantenía “a la espera” de que “en breve” aterrizara en Malta la segunda de las aeronaves enviadas por el Gobierno español para evacuar del país a los inmigrantes recogidos en alta mar. Pero la nueva prohibición de entrar en puerto provocó el desánimo de los tripulantes que creían que había terminado la odisea.

El pesquero, que se encuentra frente a Malta desde el pasado viernes, estaba anoche a la espera de que les dieran el visto bueno para continuar la travesía a tierra y poder atracar en el puerto maltés, donde aviones procedentes de España recogerán a los inmigrantes para distribuirlos a continuación por diversos países.

Según el acuerdo alcanzado, España finalmente acogerá a los 13 eritreos, a los cuatro marroquíes y el paquistaní que se encontraban en el barco. Italia se hará cargo de otros diez inmigrantes, Libia de otros diez, Malta de ocho y Andorra de cinco. Todos ellos serán llevados a los respectivos países a bordo de dos aviones españoles en una operación financiada por la UE.

Una vez que los inmigrantes suban en los dos aviones españoles se pondrá fin a un conflicto que ha durado desde hace casi una semana cuando las autoridades maltesas se negaron a acoger al grupo que había sido rescatado por el pesquero español Francisco y Catalina.

El conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, Juan Cotino, lamentó ayer la “falta de agilidad del Gobierno central para resolver la situación de los tripulantes del barco pesquero, a la vez que reiteró “el compromiso de la Generalitat por compensar económicamente las pérdidas que han sufrido durante estos días”.

Cotino mantuvo distintas conversaciones telefónicas con el patrón del barco, José Durá, así como con el patrón mayor de la cofradía de Santa Pola, José Ramón García, durante todo el día para conocer la evolución de los acontecimientos”. Según explicó, “creo que el problema que hemos tenido con el barco de Santa Pola ha sido la falta de agilidad por parte del Gobierno central por resolver la situación”.