Emocionados, curiosos e ilusionados, los niños y niñas saharauis acogidos este año por familias de la comarca recibieron ayer un cálido recibimiento en el Ayuntamiento de Tolosa. Todo les sorprendía: el aurresku de honor, las fotografías, la bandera, la expectación generada ante su presencia en la plaza… En Tolosaldea, ocho de ellos se olvidarán de sus duras condiciones durante este verano, gracias a las familias que les acogerán en Tolosa, Alegia y Leaburu-Txarama. «Ellos también son refugiados como otros y su situación se ha agravado mucho», recordaron desde el colectivo Tolosaldea Sahararekin, durante el acto de bienvenida celebrado en el salón de plenos.

Retomar la campaña y «volver a la normalidad» ha sido todo un reto para este colectivo, dinamizador del programa ‘Vacaciones en Paz’. Tras el parón de los últimos dos veranos por la pandemia, vuelve esta iniciativa con el pueblo saharaui que comenzó a desarrollarse hace ya veintiún años.

8 son los niños y niñas saharauis que pasarán este verano en Tolosaldea –acogidos en familias de Alegia, Tolosa y Leaburu-Txarama– gracias al colectivo Tolosaldea Sahararekin, que viene desarrollándolo desde hace veintiún años

«Muchas gracias a las familias de acogida», dijo la alcaldesa durante el recibimiento. «Su labor es imprescindible. Además de permitir que estos niños vivan en mejores condiciones, el programa también cumple una importante función de intercambio de dos culturas y permite que los dos pueblos nos conozcamos mejor», comentó Olatz Peon.

Una vez instalados, los niños han comenzado con el proceso de revisiones médicas, y luego disfrutarán con clases de natación, salidas y excursiones, conocerán las fiestas de los municipios vecinos y participarán en diversas actividades socioculturales, hasta la fiesta de despedida que se celebrará a finales de agosto.

Según cuentan desde Tolosaldea Sahararekin, todos estos niños han salido por primera vez de los campamentos, por lo que «prácticamente todo este verano será nuevo para ellos, una gran aventura en la que combinaremos planes y actividades en el mar, la montaña, la piscina, y que celebraremos con juegos y fiestas», añaden.

Asimismo, los dinamizadores del programa señalan que los menores han venido vacunados y con una prueba PCR negativa –una de las condiciones–, y a la vuelta se ha fijado un protocolo de actuación ante posibles casos positivos en coronavirus.

Desde las familias, coincidían en expresar la «ilusión» con la que afrontan la acogida. «Siempre compensa. Nosotros también necesitamos nuestro periodo de adaptación y para ellos todo es nuevo, pero al final la satisfacción es enorme».